El gobernador de Texas, Greg Abbot, ordenó indagar a los padres que ayudaron a sus hijos en el cambio de género, un acto considerado abuso infantil por las leyes de Texas.
Abbot instruyó al Departamento de Familia y Servicios de Protección (DFPS, por sus siglas en inglés) a establecer denuncias a los profesionales con licencia, como los médicos, enfermeras y maestros, que tengan contacto con niños trans que “puedan estar sujetos a dicho abuso”. De no ser así, dijo el mandatario, serán sometidos a posibles sanciones penales.
“Ya es ilegal someter a los niños de Texas a una amplia variedad de procedimientos electivos para la transición de género, incluidas cirugías de reasignación que pueden causar esterilización, mastectomías, extirpación de partes del cuerpo sanas y administración de medicamentos que bloquean la pubertad o dosis suprafisiológicas de testosterona o estrógeno”, se expone en el comunicado emitido.
El gobierno texano ha instruido al DFPS a realizar una investigación inmediata y exhaustiva de cualquier instancia denunciada por estos procedimientos considerados abusivos.
“La ley de Texas también impone al DFPS el deber de investigar a los padres de un niño que está sujeto a los procedimientos abusivos de transición de género, y a otras agencias estatales a investigar las instalaciones autorizadas donde tales procedimientos pueden ocurrir”, se ordenó.
“Para proteger a los niños de Texas del abuso, el DFPS y todas las demás agencias estatales deben cumplir con la ley”, se indicó.
Actualmente, los legisladores estadounidenses introdujeron una cantidad récord de proyectos de ley contra las personas transgénero en 2021, que están dirigidas contra los jóvenes trans.
Los legisladores de Texas propusieron casi 50 proyectos de ley de este tipo, incluido uno fallido que podría haber enviado a los padres a prisión y colocado a sus hijos en hogares de guarda si aprobaran tratamientos de afirmación de género.
Esta controversia ha alcanzado a otros países. En 2020, tres jueces del tribunal superior del Reino Unido fallaron en contra del uso de bloqueadores de la pubertad para los menores de 16 años, diciendo que era poco probable que los jóvenes pudieran dar su consentimiento informado. La decisión fue revocada en septiembre de 2021.
De acuerdo con la encuesta de Trevor Project realizada el otoño pasado, el 85% de los jóvenes LGBTQ+ informaron que los debates recientes sobre proyectos de ley anti-trans han afectado negativamente su salud mental.
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