UNAM duda de los municipios "libres"

28 de Abril de 2024

UNAM duda de los municipios “libres”

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El regreso de paisanos que radican en Estados Unidos a comunidades rurales, así como la lejanía entre poblaciones y los hospitales de notificación hacen dudar de que dichos municipios estén libres de contagio, señala la máxima casa de estudios en su Centro de Información Geográfica sobre Covid-19

La categoría de “municipios de la esperanza” no sólo es un artificio, sino que hizo riesgosa la estrategia para reanudar las actividades económicas y sociales, planteó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en su Centro de Información Geográfica sobre Covid-19 en México.

“Recomendamos que durante la estrategia de regreso hacia la nueva normalidad no se utilice este enfoque de municipios ‘sin contagios ni vecindad’, porque tiene artificios infranqueables en cuanto a detalle espacio-temporal de los casos activos y, por ende, no sabemos en qué situación se encuentran”, señala la plataforma coordinada por Adrián Ghilardi, investigador del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental de la UNAM.

De acuerdo con los investigadores, para que un municipio se considere “libre” de peligro, debe haber una distancia de al menos un kilómetro de otras demarcaciones que sí tengan casos positivos de Covid-19, sin importar si son limítrofes. No obstante, ese principio se altera al considerar que el tamaño de los municipios en México varía en cada entidad.

En materia de epidemiología, señala el sitio, la vecindad no es sólo colindancia, sino que basta con estar a menos de un kilómetro de cualquier municipio con casos activos para ser un territorio en riesgo, aunque no sean vecinos. “Esto ocurre por el caprichoso de los límites municipales, lo que resulta frecuentemente en cercanías de pocos cientos de metros pero sin contacto limitado”.

›Por ejemplo, San Pedro de Borja, uno de los tres “municipios de la esperanza” de Chihuahua, se encuentra al menos a 20 kilómetros de distancia de los seis municipios con casos de coronavirus que le rodean. En cambio, San Juan Evangelista Analco, en Oaxaca, se localiza a menos de medio kilómetro de dos municipios con casos positivos (Abejones e Ixtlán de Juárez), pero como sus fronteras no se tocan, sigue siendo considerado un “municipio de la esperanza”.

En este sentido, “la superficie no limitada o libre de contagio es un artificio porque depende del tamaño municipal, no da una idea clara de la dispersión de los contagios en el espacio. Por ejemplo, si Oaxaca estuviera conformado por tres o cuatro municipios en vez de 570, el mapa mostraría muy probablemente a todo su territorio con casos activos”, agrega el sitio en un apartado titulado “Una mirada alternativa a los municipios ‘sin contagios’”.

De acuerdo con el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, los municipios de la esperanza con aquellos que en los últimos 28 días no han tenido casos de coronavirus y cuyos municipios vecinos tampoco han tenido casos en los últimos 28 días.

El 16 de mayo pasado, cuando se dio a conocer la lista de municipios que podrían volver a la normalidad sin restricciones, había 324 territorios libres de riesgo. Hoy, 24 días después, sólo quedan 73, lo que implica una reducción de 78 por ciento.

Chiapas y Tamaulipas perdieron todos sus municipios de la esperanza y se suman a los seis que ya habían perdido este tipo de territorios. Quedan sólo seis entidades de los 14 que iniciaron con este proyecto.

El análisis de la UNAM incluye una variable para dudar de la pureza de los “municipios de la esperanza”. Los municipios sin casos activos están más lejos de los hospitales notificantes, por lo que es probable que un municipio de la esperanza ya haya sido contagiado, pero sus habitantes no lo hayan reportado.