Ya pueden “googlear” caras de terroristas

21 de Mayo de 2024

Ya pueden “googlear” caras de terroristas

THE INTERCEPT |Su uso en la policía puede fomentar discriminación

facial-recognition-tech-ft-article-header ›Identificar el rostro de un atacante terrorista nunca había sido tan sencillo, gracias a los avances en la tecnología biométrica para escanear rostros humanos. Sin embargo, su uso en corporaciones de policía puede fomentar la discriminación contra personas con rasgos árabes, alertan organizaciones civiles

Por Jenna McLaughlin

Una importante empresa de reconocimiento facial se asoció con una firma de inteligencia privada que rastrea a delincuentes para crear una herramienta de internet que escanea e identifica caras de terroristas, un servicio que ya ofrece a agencias policiales, militares y de inteligencia.

De acuerdo con un correo electrónico obtenido por The Intercept, enviado por Ben Venzke, CEO de IntelCenter, la nueva herramienta combina los datos preexistentes de su compañía con los algoritmos de reconocimiento facial desarrollados por Morpho, que se especializa en tecnología biométrica.

Morpho, que no revela sus algoritmos propietarios de identificación facial, también ya se ha asociado con el FBI en el pasado para desarrollar sus programas de reconocimiento facial. Esta nueva herramienta combinaría no sólo la tecnología de reconocimiento facial, sino también la base de datos de los rostros, o los “datos sobre terroristas”, como la describe Venzke.

IntelCenter fue fundada por Ben Venzke, que tenía apenas 16 años cuando entró al negocio del rastreo de terroristas. La empresa, que trabaja para clientes gubernamentales, realiza un monitoreo de mensajes en línea, videos, redes sociales, crisis de rehenes e información difundida por grupos terroristas y simpatizantes.

La nueva herramienta, cuyo desarrollo lleva ya cuatro años, está diseñada de tal forma que “buscar el rostro de un terrorista sea tan fácil como hacer una búsqueda de Google”, escribió Venzke. Cualquier persona, desde un policía local con un presupuesto reducido hasta el estado más sofisticado o el investigador del FBI tendrían acceso a esta herramienta “rápida y fácil”, continuó.

Según Venzke, esta nueva herramienta está “restringida a agencias militares, de inteligencia y de aplicación de la ley de los países que califican”.

En un correo electrónico previo, Venzke dijo que el producto tiene “varios casos de uso de contraterrorismo que antes habrían sido imposibles” sin su combinación de tecnología de reconocimiento facial y datos sobre terroristas.

Los militares estadunidenses tienen una larga historia de uso de tecnología biométrica —escáneres de huellas digitales y cámaras— para identificar a los militantes en el extranjero. Hay una unidad entera del ejército, la Agencia de Biometría y Defensa Forense, dedicada a tal fin. Un soldado en Afganistán desarrolló uno de los primeros dispositivos biométricos móviles, el Equipo Portátil de Detección de Identidad Interagencial, que se asemeja a una cámara Nikon robusta, pero sin la lente. El aparato alerta al personal sobre las coincidencias en una lista de vigilancia que cuenta con una base de datos sobre escaneos de iris, huellas dactilares e imágenes tomadas con esa cámara y es supuestamente capaz de almacenar decenas de miles de perfiles biométricos.

Esas herramientas biométricas desarrolladas para los militares han comenzado a aparecer en las oficinas de las policías estatales y locales. La base de datos de rostros del FBI es tan grande que ya incluye a la mitad de todos los adultos en Estados Unidos; los afroamericanos son aún más propensos a estar en la base de datos, según una investigación realizada en octubre por el Centro sobre Privacidad y Tecnología de Georgetown.

›Los defensores de la privacidad ya se preguntan cuál es la participación de las empresas privadas en el desarrollo de los algoritmos y la compilación de la base de datos de los rostros.

Si el propio IntelCenter está ofreciendo datos a las agencias estatales y locales de aplicación de la ley, e incluye a estadunidenses, “podría haber un problema de debido proceso, si es que se está inscribiendo a alguien en una lista de vigilancia terrorista”, dijo Clare Garvie, investigadora en el Centro sobre Privacidad y Tecnología de Georgetown, en entrevista con The Intercept. “Como empresa privada, estaría exenta de ceñirse a las leyes de registros, que le obligaría a dar información sobre quién está en su base de datos y cómo es que llegó allí”.

Garvie expresó su preocupación por que la herramienta pudiera exacerbar el perfil racial si es utilizada por todos los policías en la calle. “¿Los oficiales estatales y locales estarían más dispuestos a detener a alguien que luzca como un hombre de Medio Oriente si tienen una app en sus teléfonos capaz de comparar el rostro del detenido con una lista de terroristas?”, cuestionó. “En mi opinión eso representaría una alerta significativa”.

IntelCenter ya está recopilando rostros. Los usuarios pueden inscribirse para tener acceso a una prueba gratuita en el sitio web de IntelCenter, que incluye un nuevo “componente facial”. Desde allí, por ejemplo, los usuarios pueden realizar una “búsqueda facial” de personas, como el miembro de Estado Islámico Mukhmad Turkoshvili, quien “probablemente se encuentra fuera de Siria”.

Ni Venzke de IntelCenter ni Morpho, la compañía de reconocimiento facial, respondieron a una solicitud de comentarios sobre el nuevo producto o sobre sus clientes potenciales.

Sin embargo, la idea de combinar una base de datos privada con el reconocimiento facial podría resultar problemática. Las listas de vigilancia del gobierno, como la que prohíbe a determinadas personas tomar un avión, ya son ampliamente criticadas, porque las bases de datos de las que dependen inevitablemente incluyen errores, y no ofrecen a la gente una oportunidad accesible de impugnar su inclusión.

La Oficina de Responsabilidad del Gobierno de Estados Unidos también criticó al FBI en mayo por no proteger la privacidad de los individuos: el sistema de reconocimiento facial de la oficina, que usaba los algoritmos de Morpho, sólo fue preciso 86 por ciento del tiempo. Eso significa que, de cada 100 rostros, 14 personas inocentes serían identificadas incorrectamente. La tecnología también está limitada en muchos casos. Dependiendo de cuántas caras haya en la base de datos y de cómo se tomaron las fotos —ya sea que hayan sido extraídas de videos con poca iluminación en comparación con imágenes más claras tomadas para la licencia de conducir de un individuo—, puede ser difícil identificar características específicas como la longitud de la nariz o la distancia entre los ojos.

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archivos sobre contraterrorismo componen las bases de datos de la empresa IntelCenter, de Ben Venzke.

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