El alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, y su equipo de seguridad, violaron las leyes de inmigración mexicanas y estadounidenses al cruzar la frontera a pie durante una visita a un centro de detención de niños migrantes en la frontera, cerca de El Paso, Texas. Así lo acusó la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) en una carta difundida por The Associated Press. Bill de Blasio negó las acusaciones. De acuerdo con lo informado, los hechos sucedieron el pasado 21 de junio cuando De Blasio realizó el viaje a la frontera, junto a un grupo de responsables locales que pretendían visitar un refugio de menores inmigrantes separados de sus padres por la presión migratoria impuesta por el Gobierno. Según se lee en la carta, un oficial uniformado de la Patrulla Fronteriza se percató del grupo en la llanura al sur de Tornillo, en Texas, que estaba tomando fotos de la instalación por lo que el agente se acercó a preguntar si los acompañaba alguien de la Patrulla Fronteriza o del departamento de relaciones públicas que pudiera dar la autorización debida. Ante el cuestionamiento, un inspector de la policía neoyorquina dijo que no, y cuando el agente preguntó cómo habían llegado hasta allí, el grupo señaló hacia México y el agente les dijo que habían cruzado la frontera ilegalmente y les pidió quedarse allí mientras él buscaba a un supervisor. Les pidió ir a un puesto oficial de cruce, como lo exigen las normas. Sin embargo, el grupo no acató la orden, caminaron hacia sus vehículos y manejaron de vuelta hacia México. Reingresaron a territorio estadunidense por otro cruce fronterizo unas tres horas más tarde, dice la misiva.
Cuando estábamos allí, nos dijeron dónde estaba la línea limítrofe y la respetamos”, aseveró De Blasio.
Afirmó que en ambas ocasiones mostraron sus pasaportes y cruzaron con el permiso de los agentes en el puesto de control. Finalmente, el alcalde denunció que la carta es una maniobra para desviar la atención de “la política inhumana” del gobierno actual. SC