En 1982 se publicó con éxito la novela El color púrpura de la escritora estadounidense Alice Walker, convirtiéndose en la primera mujer negra en ganar el premio Pulitzer de Ficción.
Con el tiempo, la novela ha sido objeto de censura debido a su contenido, que incluye sexualidad explícita, violencia y homosexualidad. A pesar de las críticas, recibió elogios y llegó a formar parte de la lista de las 100 novelas más influyentes de la BBC News.
En 1985, Steven Spielberg dirigió la película El color púrpura, una adaptación de la novela, protagonizada por Whoopi Goldberg, Oprah Winfrey y Danny Glover. La cinta fue un éxito para la crítica y recibió 11 nominaciones al premio Oscar, aunque no ganó ninguno, lo que desató controversia entre varios críticos que la consideraban la mejor película de ese año.
Asimismo, en 2005 se estrenó en el Teatro Broadway de la ciudad de Nueva York una adaptación musical de la novela y la película, con letra y música de Stephen Bray, Brenda Russell y Allee Willis.
El año pasado se estrenó una nueva adaptación, pero ahora de la obra de teatro, producida por el mismo Steven Spielberg y Oprah Winfrey; la película, al igual que la novela, nos cuenta la trágica historia de Celie.
A inicios del siglo XX ella es huérfana de madre y víctima del abuso sexual de su propio padre, del cual ya tuvo dos hijos que el mismo padre de la chica regaló; los únicos momentos felices que tiene Celie es cuando está con su hermana Nettie. Un día, su padre la vende a un granjero viudo llamado Mister, quien la golpea y abusa de ella de noche mientras le encarga la educación de sus hijos, además de separarla de la única persona que verdaderamente la hace feliz, su hermana Nettie.
Y así, durante décadas seguimos la violencia que es el pan de cada día de nuestra protagonista, mientras conocemos a otras mujeres que ayudan a Celie a sobrellevar su situación.
Está Sofía, la primera esposa del hijo de Mister, quien se niega a ser abusada y termina por ser víctima del racismo de la época. Y Shug Avery, una hermosa cantante, amante de Mister, con la cual Celie es obligada a compartir la casa, y con el tiempo crearan vínculos de vida irrompibles.
La cinta retrata de manera realista un contexto conservador donde las mujeres eran víctimas de la violencia y estaban acostumbradas a ser objetos sexuales o de procreación, al tiempo que hacían las labores del hogar, y cómo el pensamiento al respecto, cambia con el paso de los años.
La película tiene momentos muy crudos y difíciles de ver, y aquí es donde está lo malo. El problema principal son los contrastes, ya que al ser un musical se pasa de un momento de violencia y dolor, a un número musical donde todo está bien y todos actúan como si nada hubiera pasado.
Si no fuera por eso, sería una película redonda. El color púrpura está disponible en MAX.