AMLO y la desestimación constante de sus instituciones

Una vez más, el presidente Andrés Manuel López Obrador tropezó con los datos de su administración. En los 13 meses que lleva en el poder ha desestimado información y opiniones que han hecho dependencias y hasta secretarios de Estado, porque él tiene “otros datos”.

Desde Olga Sánchez Cordero a la Secretaría de Salud, desmiente o rechaza información por igual. En esta ocasión le tocó al índice de víctimas e incidencia delictiva que realiza el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

De acuerdo con el estudio, 2019 cerró como el año más violento en al menos 22 años, con cuatro homicidios dolosos por hora en el país, es decir, un promedio de 97 asesinatos al día. Además de un incremento en la incidencia delictiva.

Para el tabasqueño estos datos no son correctos. Aunque reconoció el incremento en los homicidios y dijo que trabaja todos los días para bajar estas cifras, lo que no aceptó fue el aumento en la incidencia delictiva y hasta mostró sus propios datos.

“No quise polemizar. No se trata de decir no es cierto que se esté creciendo el índice delictivo, pero si ustedes le piden a la Fiscalía información sobre los delitos federales, les van a decir que disminuyeron el año pasado”, afirmó.

Lo que López Obrador olvida es que los datos que maneja el Secretariado Ejecutivo responden a las carpetas de investigación iniciadas en las fiscalías estatales, por lo que una vez más, el tabasqueño sufrió un traspié.

Las otras desmentidas

Pero esta no es la única vez que el mandatario ha desechado la información de sus allegados. En agosto del año pasado, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero en un diálogo con medios de comunicación dijo que se dialogaba con grupos del crimen organizado que buscaban anteponer las armas.

En la mañanera del día siguiente, López Obrador aseguró que no existía diálogo alguno con integrantes de la delincuencia. Y aunque señaló que en el Plan de Desarrollo Nacional se plantean mecanismos para conseguir la paz, pero que no existía tal diálogo.

En medio de las negociaciones por migración con Estados Unidos, el entonces presidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, criticó que el canciller Marcelo Ebrard estuviera al frente de las negociaciones y hasta lo acusó de violar la Ley Orgánica de la Administración Pública.

López Obrador saltó en su defensa y aseguró que la experiencia que demostró Marcelo Ebrard durante las negociaciones con Estados Unidos, le dieron el lugar que ocupaba como coordinador del equipo para cumplir el acuerdo migratorio.

Hace dos semanas, mientras la Secretaría de Salud señalaba que las cuotas de recuperación en atención médica de tercer nivel eran necesarias para la solvencia de los institutos, el mandatario aseguró que se dejarían de realizar cualquier cobro en todos los niveles de salud.

Sin embargo y pese a la confrontación, el Instituto de Salud para el Bienestar mantendrá las cuotas en el servicio hasta diciembre de este año.

Otro de los desmentidos fue Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia, quien aseguró que el presidente López Obrador le había ordenado analizar más recortes a las dependencias para evitar un déficit fiscal y la posible baja de la recaudación.

Por su parte, el tabasqueño aseguró que el recorte presupuestal a las secretarías no estaba vinculado con el despido de trabajadores, ya que corresponden a ahorros, es decir, un concepto distinto.