Comparto en todo el justo enojo de la abrumadora mayoría de los mexicanos ante la intempestiva e inesperada visita al país del visceral y goriloide candidato a la presidencia de los Estados Unidos Donald Trump, que en su efímero paso aquí, dejó un reguero de bilis negra y acentuó la irritación social...
Fuera de protocolos tradicionales Trump se abalanzó tras de la invitación simultánea que el gobierno mexicano les formuló a los dos candidatos estadounidenses... Pero la reacción y velocidad de respuesta desafortunadamente para México fue del que más ofensas, calumnias, humillaciones y amenazas ha proferido contra nosotros, provocando aquí un verdadero y embravecido entuerto.
Trump forzó la fecha de esa su estéril visita, pero nada cambió esa visita incómoda pues ese mismo día ya vociferaba en Arizona las mismas patrañas, disparates y ofensas contra los mexicanos en sicalíptica sincronía con ese rústico muro mental del que brotan su belicosidad e intolerante demagogia barata, su racismo y xenofobia compulsiva que lo singularizan determinando su permanente shock existencial carente de ideas y de programas coherentes para su país y para el mundo globalizado de hoy.
Nada cambió entre la cerrazón de Trump y la intención del Presidente Lic. Enrique Peña Nieto de tender puentes con los dos candidatos a la presidencia del país vecino con el cual tenemos abismales y opresivas asimetrías y por lo cual a los mexicanos de aquí y de allá el tema de esa elección preocupa...
Trump demagogo oligofrénico representa para México “el mal radical” de un sociópata con ínfulas de tirano y aunque remoto aparentemente su triunfo electoral en noviembre próximo, hoy oscila pendularmente como espada de Damocles sobre el cuello de nuestra Nación históricamente maltratada, sometida, saqueada y vilipendiada por algunos Presidentes de aquel país y que a pesar de los siglos, de los discursos y de los tratados seguimos estando inermes cerca de ellos y muy lejos de dios como decía Porfirio Díaz.
Luego entonces se impone por mayoría de razón y elemental sentido común que se haya formulado esa invitación a los dos candidatos presidenciales y no estaba en el radar que Trump viniera atropelladamente a sacar ventajas electorales en su país y menos que no solo nunca se disculpara por sus excesos verborréicos insultantes, tampoco que esa misma tarde volviera a burlarse desde Arizona de nuestro país.
Esa invitación dual se hace hoy más entendible cuando El País cabecea una nota resaltando que la ventaja de Hillary Clinton se reduce a la mitad en un mes y Trump se coloca a solo cinco puntos de la candidata demócrata a pesar de su errática campaña sin propuestas coherentes y de haber prescindido dos veces de su jefe de campaña...
Es obvio que Trump vino de botepronto y sorpresivamente a exacerbar la crispación social preexistente... pero hasta el astrofísico y cosmólogo británico Stephen Hawkins “le resulta difícil imaginarse una Casa Blanca habitada por un palurdo anaranjado, agresivo y atrabiliario...” agregaría yo: Narciso de la derecha más cerril y fanática...un peso completo de la jungla política estadounidense y combinación de figuras icónicas del cine como Alien y el Depredador fusionados.
Todos los mexicanos estamos sin duda alguna ávidos de buenas noticias, queremos oír y hablar de logros, avances y cosas buenas que beneficien al país...Las cosas buenas de la vida otorgan sentimientos de vitalidad, sentido de vida y esperanza renovada...evidentemente nada de ello nos deja la visita intempestiva de un Trump irascible, intolerante y cuya ignorancia le hacen un coctel explosivo...Si no entiende los intereses prioritarios de su país menos los de México...Lo grave es que si gana será un Presidente incapaz de controlar sus emociones, de reconocer sus errores, de actuar tampoco con el consejo de expertos y de tomar decisiones reflexivamente lo cual lo convertiría en una devastadora amenaza no solo para México, sino para el frágil equilibrio mundial.
Lo que también es cierto es que el Presidente Peña Nieto en la lectura de su posición ante la prensa nacional y extranjera le dijo a Trump el sociópata que “el flujo de indocumentados es un fenómeno a pesar de su disminución sigue siendo un reto compartido para el cual se requiere un enfoque integral ya que el tema fronterizo debe tomar en cuenta los flujos ilegales hacia el sur de armas y dinero en efectivo con lo cual se fortalece a los cárteles y otras organizaciones criminales que le generan violencia a México y obtienen ganancias de la venta de drogas en los Estados Unidos...”
También le dijo a Trump que “la comunidad de origen nacional es gente buena y trabajadora que respeta la ley, a la familia y la vida en comunidad... contribuyen a la prosperidad y desarrollo de su país con su trabajo, talento y creatividad agregando que se responsabiliza como Presidente en defender a los mexicanos aquí y quienes están fuera del país...”
Más adelante el Presidente le dijo a Trump ante los medios: “la determinación de no inmiscuirse en las elecciones de los EE.UU., pero sí de su interés de dialogar con ambos candidatos y dijo que cualquier relación cercana necesita ser revisada y renovada...en su lectura del texto ante Trump el Presidente Peña Nieto habló del agravio al pueblo de México por comentarios de Trump pero que estaba seguro de su interés genuino por construir una relación que nos lleve a darle a nuestras sociedades condiciones de mayor bienestar y aseguró públicamente haber trasmitido a Trump ahí presente de la “existencia de malas interpretaciones o afirmaciones que lamentablemente han lastimado y afectado a los mexicanos...”
Hubo pues del lado mexicano la atención indeseada pero obligada y con apego al respeto protocolario más elemental y como alguien dijo no podía el Presidente terciarse las cananas y entonar la frase del himno “más si osare un extraño enemigo (invitado) profanar con su planta tu suelo...”
Ojalá sea ahora dignamente persistente la invitación que también le fue entregada a la candidata Hillary Clinton y así disipar la pésima impresión que nos causó a la mayoría de los mexicanos la intempestiva y asaz negativa visita de Mr. Trump.
El filósofo y enciclopedista francés Diderot nos dejó ésta reflexión: “La historia enseña privilegiar el diálogo y los acuerdos sin adoptar posiciones rígidas...Prudencia ayuda a conjuntar voluntades...cuidar las palabras, nunca incidir en disquisiciones, pasiones o intransigencia que solo conducen a la áspera confrontación...Lo anterior no implica transigir con las ideas, mucho menos las convicciones”.
Indudablemente Trump es un interlocutor impresentable, pero es uno de los dos candidatos a la Presidencia de nuestro más importante socio comercial y solo por ello la necesidad de dialogar con un necio, odioso, antipático e inamistoso espécimen para así poder defender mejor los intereses nacionales si en mala hora se equivocan y lo eligen los votantes norteamericanos.-
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