La televisión reacciona más lento, pero evoluciona

27 de Abril de 2024

Eduardo Penafiel

La televisión reacciona más lento, pero evoluciona

El pasado lunes se llevó a cabo la entrega número 70 de los premios Emmy, que reconoce a lo mejor de los contenidos producidos para la televisión, o por lo menos esa es la esencia del programa. Lo digo porque en los últimos años con la entrada de los grandes productores de series que tienen sus propias plataformas digitales como Netflix y Amazon, el contenido que estas generan ha sido clave en las últimas ediciones de esta ceremonia. En el 2013 llegaron las primeras 4 nominaciones en los Emmy para Netflix con la serie House of Cards. Gracias en parte a un enorme esfuerzo e inversión para promocionarla en todos los países en donde la compañía ofrece su servicio, la serie se llevó su primer galardón en la categoría de mejor dirección de una serie dramática, gracias a David Fincher. Hoy 5 años después, Netflix se llevó 23 premios, el mismo número que HBO. Para poner las cosas en perspectiva: Netflix cuenta con 130 millones de suscriptores a nivel global y Amazon Prime supera ya los 100 millones, algo que en principio hubiera ayudado a los ratings de los Emmy. El problema es que a la audiencia de estas dos plataformas parece importarle poco una ceremonia de premios con una duración de más de dos horas. Aunque los patrocinadores siguen pagando enormes cantidades de dinero por formar parte del espectáculo y ocupar los espacios publicitarios, los ratings han caído dramáticamente. Este año en Estados Unidos en donde Netflix tiene unos 60 millones de suscriptores, la audiencia cayó 11% pasando de 11.4 millones de televidentes en el 2017 a 10.2 millones este año. Y no son los únicos premios que han visto esta caída, ya que los premios Oscar perdieron un 19% de audiencia y los Grammy un 24% en relación con el año pasado. En general, es difícil criticar el contenido actual porque la cantidad de opciones que existen hoy en día con casi cualquier proveedor de televisión por cable o satelital son muchísimas. El problema está en que estamos malacostumbrados a ver contenido en el momento que queremos, en parte por culpa de los nuevos jugadores como Netflix y también por los productores de televisión más tradicionales como HBO y FOX que han creado aplicaciones con todos sus contenidos, lo que nos aleja cada vez más de un proveedor de cable o satélite. Pero al final, la esencia es la misma. Una gran producción sea una serie, un documental, una especial de comedia o una película sigue teniendo una fecha de estreno. Además, generalmente el mejor lugar para disfrutarlas es sentado en frente de una televisión que mientras más grande sea, mejor. Vivimos en un país en donde la televisión forma parte de nuestra cultura y de nuestra rutina. Gracias a esto los servicios de streaming funcionan más como un complemento que como un reemplazo. El cambio tan drástico que se anunciaba hace unos años en otros países en donde se esperaba que la industria de los contenidos para la televisión cayera en picada rápidamente, no ha sucedido del todo. Si bien han caído los ratings, este factor no es por la calidad de los contenidos sino más bien por la diversificación de los medios a través de los cuales se consumen y que le dan la oportunidad a cualquier persona a acceder al contenido en cualquier otro horario, haciendo a un lado la necesidad de verlo en vivo. La televisión como la conocemos está lejos de desaparecer. Al final somos nosotros los que nos adaptamos a ella y cuando llega el momento de una gran transformación o cambio como el que están empujando jugadores como Netflix o Amazon, son ellos los que se terminan adaptando a nuestros hábitos y estilo de vida.