Todos los días nos roban

26 de Abril de 2024

Salvador Guerrero Chiprés

Todos los días nos roban

salvador guerrero

Durante cuatro décadas hemos observado, medido, valorado, experimentado, el gran robo a que se sujeta al ciudadano en las urbes o en el campo mexicano. Se roba la vida, la certidumbre, la propiedad, el fruto del trabajo honrado y esforzado. Los gobiernos del PRI y del PAN, los cuales han estado a cargo de la seguridad nacional y la seguridad pública, básicamente han sido incapaces de crear políticas públicas adecuadas que generen resultados y sean socialmente reconocibles como eficientes. La muy probable victoria de Morena en la elección presidencial del 1 de julio obliga a los nuevos agrupamientos que se harán del poder nacional a responder con claridad y prontitud al planteamiento nacional por seguridad en las personas y en los bienes de dos generaciones de mexicanos que han sido saqueadas por los demagogos de la presidencia, por las hermandades intramuros de complicidades policiales, por las componendas y compromisos con grupos de delincuentes, por la falta de solidaridad ciudadana ante la agresión de que miles de familias son objeto en todo el territorio nacional. Claro que está también el robo al presupuesto perpetrado por “servidores” públicos y cómplices de empresas fantasmas en todos los niveles de gobierno, por los hijos de los gobernantes y sus amigos que abren empresas para aprovechar la cercanía de consanguineidad que está en la base de la corrupción de los últimos años, potenciada por el encubrimiento de los padres de los nuevos juniors impuestos en prácticamente todas las áreas de gobierno. El asesinato de jóvenes en Jalisco, la violencia contra una familia en Tamaulipas, los crímenes en Nayarit, los asaltos en la capital del país, la incompetencia para detener la violencia en Guerrero, el desorden de seguridad en Michoacán, la impunidad en Chiapas contra una joven cuyo cuerpo es incinerado y los miles de asaltos y robos a casa habitación son la demostración enfática y cruenta de la incompetencia de la autoridad, de la falta de vigilancia ciudadana y de las ruptura del tejido social en cuyo desgarramiento predomina el silencio temeroso antes que la solidaridad asertiva y eficaz. La sociedad, es decir, sus núcleos más activos, defensores del Estado de Derecho y de la competencia gubernamental en seguridad, tendrán que estar extraordinariamente vigilantes, antes de la elección, durante el periodo inmediato posterior y luego de la toma de posesión, para considerar propuestas, observar promoción y reclutamientos y después, para valorar la eficiencia del gobierno. Todos los días nos roban. Nosotros lo hemos permitido. confianzafundada.mx