Más vale roja una vez, que verde toda la vida

26 de Abril de 2024

Diana Loyola

Más vale roja una vez, que verde toda la vida

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A todos aquellos que se animaron a pasar por este espacio, les agradezco y les doy la bienvenida a esta columna de vida, la vida que he descubierto y experimentado en Francia desde hace cinco meses (que llegamos a residir a tan bello rincón en el mundo). Llegué con muchas expectativas y no me han faltado retos, sorpresas, eventos que me han movido… como los ataques a Charlie Hebdo y a los rehenes la semana pasada, así que si les parece c’est parti!. “Yo sólo sé que no sé nada”, reza el dicho y conmigo aplica a cada rato, ¡toing!. Y es que cuando sucedió el atentado al semanario Charlie Hebdo yo no tenía idea de quiénes eran los yihadistas, se tardaron en mencionarlos pero una vez que los señalaron yo puse mi cara de “¿los quééé?”. Con mucha pena (por eso el título), me di a la tarea de investigar y salir de dudas. En la búsqueda me topé con muy buenas columnas tanto francesas como mexicanas, y en el inter, platiqué con vecinos, familiares y conocidos. Fue muy interesante ver y escuchar cómo la sociedad francesa lo vivió desde adentro y lo que piensan al respecto. En mi entender, los yihadistas son musulmanes (algunos de segunda y tercera generación), que a falta de sentirse integrados y aceptados en la sociedad (que lamentablemente es racista en superlativo), se vuelven extremistas y salen muchas veces del país para que organizaciones como Al Qaeda, los entrenen en el ruinoso oficio de terroristas. Voilà!. Eso fueron los perpetradores. Por otra parte, me asombró que nunca vi a nadie alarmado; sorprendidos sí, mucho, pero la gente acá en el Norte (vivo en Lille, a unos 220Km de París), no estuvo ni fatalista ni paranóica, más bien estaban alertas (se ampliaron los códigos de seguridad en las escuelas y sitios públicos y la alarma de catástrofes fue probada en caso de cualquier contingencia). Podría decir que, más allá de la tristeza y el desconcierto, la gente decidió indignarse pero también guardar la calma. Dos días después del atentado, en Lille se manifestó (nos manifestamos) en la gran plaza, nada justificaba tantas muertes, nada reparaba el golpe que la libertad y la laicidad del país habían sufrido y entonces, ¡zaz! otro ataque y más muertes en un mercado judío. La verdad es que personalmente me sacó de mi “sueño a la francesa”, un país en el que cada día había venido descubriendo maravillas. Naturalmente, no dejo de ver la magia, la belleza y la riqueza de esta tierra, pero enfrentar el problema yihadista, antisemita y anti-musulmán, ha sido una cubetada de agua fría. ¿Qué decir que no se haya dicho ya de la marcha del domingo 11 de enero en París? Francia cerró filas, se unió, juntos para defender el derecho a ejercer la libertad, para hacer que las muertes cuenten, que la consciencia crezca… y me emociona que así haya sido, sin embargo veo lejos que el problema disminuya y mucho menos se solucione, no es pesimismo, es el simple observar el racismo en las escuelas, las detenciones de gente que muchas veces nada debe y nada teme en el metro, el tranvía, el tren, en las calles… sólo por su apariencia, y varios actos racistas más. Y qué decir de los yihadistas que sin hacer ruido, crecen en número y en odio. Tanto la popularidad del Presidente François Hollande como la de la policía distaban mucho de ser buenas y ahora, ante la eficiencia con la que actuaron, se han visto favorecidas y el mundo entero los tiene en buena estima, incluso aquí en Francia. En fin, la vida sigue y yo estoy contenta y emocionada por emprender este nuevo proyecto, que de eso está hecha la vida. Deseo que este año no les falte un sueño por qué luchar, un proyecto que realizar, algo que aprender, un lugar a dónde ir y alguien a quien querer. À la prochaine!! @didiloyola