Nochixtlán: la oportunidad de Osorio

13 de Mayo de 2024

Salvador Guerrero Chiprés

Nochixtlán: la oportunidad de Osorio

Salvador

Nochixtlán es, además de sitio de paso hacia los estados de Puebla, Veracruz y la Ciudad de México, la probabilidad para que dentro del gobierno federal se cimente el destino próximo del secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong.

Ante el presidente de la república, Enrique Peña Nieto, el secretario de Educación, Aurelio Nuño y delante del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, cuya presencia gravitante no es posible ignorar más, los errores, aciertos y omisiones de Osorio son claves en estas horas y días.

El montaje de las barricadas y bloqueos, con el objetivo de continuar la renuencia de la CNTE a permitir la reforma educativa, en el propósito de presionar para contener más detenciones de dirigentes de esa organización y mantener un proceso de liderazgo que privilegia a los segmentos más radicales dentro de aquella organización, estuvo en la víspera de la intervención de la Policía federal.

Este organismo, dependiente desde 2013 de la gestión del presidente de la CNS, del titular de Gobernación y, por supuesto, del presidente Peña, cometió un error central al omitir informar con veracidad y oportunidad: que no iban armados los elementos que confrontaron a los manifestantes responsable de bloquear la vía de acceso a tres entidades incluida la capital del país.

Acerca del origen de la refriega hay por supuesto al menos tres posibilidades: 1) un grupo de personajes más radicales que el resto disparó, por acuerdo, agitación o estrategia, contra los integrantes de la PF y estos respondieron; 2) la PF inició el fuego por impreparación, falta de coordinación o instrucción directa y 3) las anteriores posibilidades interactuaron en una situación de tiempo espacio que ni los peritos más expertos podrían determinar con absoluta certeza.

¿Cómo, específicamente, se puede precisar quién falleció primero o fue herido primero mediante qué ojiva de qué arma?

En lo que se articulan y diseñan respuestas a esa cuestión queda la operación en el terreno, la articulación política y la comunicación social.

En el escenario de la creación de conflicto que es indispensable para un actor político asimétrico en su confrontación con el gobierno local y federal, la CNTE tiene ahora material de sobra para promover su agenda en contra del poder federal y de todos los organismos partidarios diferentes de Morena.

Al mismo tiempo, paradójicamente, el titular de Gobernación, tiene oportunidad enorme para demostrar que puede contribuir a reposicionar la comunicación social del estado mexicano.

Osorio tiene, además y por supuesto con el acompañamiento, el silencio o el posicionamiento muy claro de los demás actores políticos, la opción de hacer uso legal y legítimo de la fuerza para recuperar la frágil situación de orden en que ha vivido Oaxaca durante años y, así, de mostrar que la ley, el diálogo y la claridad de argumentos no son necesariamente excluyentes.

Osorio es el puntero en las encuestas dentro del PRI y en las responsabilidades dentro del gabinete frente a Nochixtlán, la CNTE y sus más cercanos y por ahora silentes acechantes competidores.

Te Recomendamos: