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Al contrario de lo que opinan especialistas y defensores del medio ambiente, para Rogelio Jiménez Pons no construir el Tren Maya generaría que “mafias” depreden la selva en busca de árboles de ciricote, especie que por su tipo de madera tiene altos índices de tráfico ilegal al sur del país.
Si dejamos que las cosas pasen como están pasando, esto se va a acabar. Muchos ambientalistas dicen ‘no toquen’. Pero, ¿qué está pasando? O entramos o se termina de acabar la selva. Los zapatistas están muy preocupados, pero yo les digo a los zapatistas: en tus plenas narices se han perdido más de 200 mil hectáreas en Montes Azules en los últimos 20 años, que es la Selva Lacandona”, aseveró el funcionario.
En contraparte, el gobierno federal, dijo el titular de Fonatur, tiene una estrategia que utilizará al Programa Sembrando Vida para impedir que la población de las zonas marginadas entre en actividades ilícitas. No es un problema biológico, es una problema social, argumentó. “La gente destruye la selva porque no se construyen opciones”.
Para Rogelio Jiménez Pons el tren contaminará 100 veces menos que una carretera, por lo que no existirá ningún ecocidio. Incluso, refirió, se corre menos riesgo de que los trenes maten a su paso a animales debido a que los nuevos sistemas ferroviarios cuentan con una serie de advertencias que anuncian la llegada de los trenes y con ello dispersan a las especies.
“Cuando se amplió la carretera no se hizo ningún paso de fauna, ningún tren ha atropellado a un jaguar. Va a ser mínimo ese efecto, nosotros estamos comprometidos a hacer pasos de fauna. Y no les gusta, pues no entiendo a los zapatistas. Entre que no saben, que se dicen cosas que no son ciertas, a posiciones ridículas en términos de un avance de un gobierno de izquierda. Es donde yo no veo una congruencia con el zapatismo”, expuso el funcionario.
¿Tan alarmante es el escenario?
Muchos preguntan por qué nos vamos a meter a Xpujil, que está cerca de Calakmul, y nosotros respondemos que si no nos metemos ahorita eso será una ciudad espantosa como lo están siendo las ciudades vecinas. Si no intervenimos en Playa del Carmen será una espantosa ciudad. Sólo tiene la Quinta Avenida y lo demás es un desastre. Cancún está muy padre en la parte turística, pero ve a las regiones y está de dar miedo.
¿Ya han tenido mesas de diálogo con los zapatistas?
Yo creo que hay mucha gente muy bien intencionada en el zapatismo, pero algunos dirigentes tienen una agenda muy absurda, ridícula, que coincide con la de la extrema derecha. Cuando me dices que la agenda zapatista cuestiona el avance de la izquierda democrática, dices: ‘oye, pues dónde está verdaderamente tu planteamiento’. Treinta años de convivir con el neoliberalismo de una forma callada con gobernadores sátrapas que han tenido y no han dicho nada, pero viene un gobierno de izquierda y se manifiestan. Son una bola de traidores. Hay gente de muy buenas intenciones, pero que revisen su agenda de trabajo.
¿Y el Tren Maya no va a pasar por ningún punto de selva?
Nosotros nos vamos a ir pegados a la carretera, evidentemente vamos a pasar por donde ya no hay árboles.
¿Ni un solo árbol van a derribar?
Pues no. Me decía un habitante que se iba a amarrar a los árboles y le dije: ‘te podrás amarrar a las torres de alta tensión o a las vías del tren que están ahí, pero por donde va a pasar el tren, no’.
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