La nueva agenda de EU

6 de Mayo de 2024

María Idalia Gómez
María Idalia Gómez

La nueva agenda de EU

@Gosimai El líder del Cártel del Pacífico, Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, prácticamente es ya historia para las agencias estadounidenses, incluso aunque su juicio pudiera anularse y comenzara uno nuevo. Ahora, los estadounidenses tienen dos nuevos objetivos, los cuales ya han hecho saber a sus contrapartes mexicanas: el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y acabar con el fentanilo. Para México, estos dos objetivos pueden ser una gran oportunidad, pero también la puerta a una ola de violencia. Por una parte, el Departamento de Justicia de Estados Unidos pretende lograr la extradición de Rubén Oseguera González, El Menchito, hijo del líder y principal operador del cártel, Nemesio Oseguera. El joven, que era el brazo derecho de su padre, recibió la noticia hace unos meses en su celda y después de la sorpresa llegó el enojo, junto con la orden a sus abogados de impedir su traslado, de acuerdo a reportes internos que llegaron a las autoridades de prisiones federales de la administración anterior. Incluso, al principio se mencionó que el director del centro federal en Oaxaca, en el que permanece interno Oseguera, fue amenazado y por ello dejó el cargo, y se reforzó la vigilancia desde entonces. La urgencia para las agencias estadounidenses como la Agencia Federal Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés), la Oficina Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) y hasta de la Central de Inteligencia (CIA) para extraditar a El Menchito, es que en realidad tienen información limitada de esta organización criminal, porque uno de sus mayores blindajes es ser un clan familiar, y permanecen cercanos a la cúpula sólo las personas de extrema confianza. Los informes que poseen los estadounidenses ubican a un grupo bien articulado, con un diseño empresarial y capacidad de fuego que ya supera las operaciones del Cártel de Sinaloa. Los de Jalisco, aseguran, son capaces de generar condiciones de inestabilidad a gobiernos locales y con dominio amplio de territorios, además de su asociación antigua con grupos colombianos que les están nutriendo de drogas y armas. Esos reportes internos, que han expuesto ya a las autoridades mexicanas, no están tan actualizados, pero tienen indicios, aseguran, de que una parte del mercado de fentanilo puede ser su nueva mina de oro y eso preocupa en Estados Unidos. Las agencias han ofrecido asesoría, información y acompañamientos en las investigaciones y pidieron que las indagatorias sobre el grupo se concentraran en un área confiable, por estar al mando de un personaje “certificado” por ellos. Esa área resultó ser la Subprocuraduría Especializada en Delitos Federales, porque tienen razones para considerar que su titular, Felipe Muñoz Vázquez, sería imposible que fuera sobornado. Es por eso que desde el año pasado prácticamente todos los expedientes y carpetas del CJNG se trasladaron a un grupo especial que integró Muñoz Vázquez y que no identifican al interior de la Fiscalía General de la República. Esta carta de confianza por parte de los estadounidenses, aparentemente le permitiría permanecer en la Fiscalía, porque estratégicamente le serviría a su titular, Alejandro Gertz Manero. La segunda petición de las agencias estadounidenses sobre el fentanilo es frenar su importación y procesamiento, para lo que necesitan involucrarse más en aduanas, migración y la Fiscalía. Aún no se han firmado convenios para implementar algún tipo de colaboración, pero esta nueva administración no encontró mucha información sobre el tema, en realidad pocas pesquisas, porque en los últimos 15 meses de la pasada administración federal no fue considerado un tema central. El riesgo para el gobierno mexicano en estos dos temas es que ambos pueden desatar una ola de violencia que no tienen en el radar. Las fuerzas federales mexicanas sí consideran que el Cártel Jalisco es capaz de generar espacios de desestabilización en puntos específicos del territorio, que golpeen económica y políticamente al gobierno. En el caso de fentanilo, es tan delicado, que el mercadeo de esta sustancia golpeó, sostienen los reportes de inteligencia, desde hace más de un año el mercado de la amapola que en este momento sufre una caída en el precio y, por tanto, los grupos dedicados a su producción, aseguran las autoridades, experimentan un viraje hacia las drogas sintéticas y a otros delitos. Este reacomodo criminal que visualizan los analistas, y los nuevos objetivos que tienen en su nueva agenda los estadounidenses no es un desafío menor para las autoridades encargadas de la seguridad en el país.

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