Febrero se calienta

13 de Mayo de 2024

Javier Alatorre

Febrero se calienta

JAVIER ALATORRE

A los residentes y trabajadores del edifico de apartamentos en el Estado de México ya no les importan los tuitazos de Trump. Pasada la novedad, les cayó encima un montón de aumentos que los tiene con la boca amarga.

Para los vecinos, de por sí malhumorados, la histórica inflación de la primera quincena de enero, estimada en 4.78 por ciento, es pura vacilada.

Francisca, una entusiasta empleada de servicio, me cuenta que le aumentaron de un jalón tres pesos en el transporte público. Baja de Ixtapaluca en una combi que le cuesta ocho pesos a la base de “Los Bomberos” en la México-Puebla. De ahí, otra combi dirección Aeropuerto, que desde el lunes le cuesta 17.50 pero, como nunca le regresan los 50 centavos, paga 18 pesos.

Luego, toma el Metro que le cuesta cinco pesos y después una micro de nueve pesos. ”Pero ya me dijeron que el lunes subirá. Le pusieron un papel a cada micro diciendo que lo suben, pero no saben cuánto”, comentó nerviosa la trabajadora. En total, 80 pesos y seis horas de camino diariamente. ”Además, en Ixtapaluca están extorsionando. Dejaron un letrero encima de un chofer que mataron los de una familia nueva, o algo así. Y pusieron los nombres de otros choferes en un papel que agarró la policía. Es más, le tomé una foto”, me dijo mostrando su celular con el macabro mensaje. ”Los choferes dejaron de trabajar unos días y la gente tapó la avenida Chiapas, donde dejaron al difunto en la esquinita”, me contó todo de un hilo sin respirar.

Francisca está enojada. Me dijo que también le subieron el costo de la luz que apenas instalaron en su calle hace dos años. ”El recibo de 340 pesos ahora es de mil pesos. Entonces, mejor volveremos a colgarnos del “diablito”. El tanque de 20 litros de gas estaba en 280 y ahora está en 310 pesos y no se puede, ya no”, me dijo la joven empleada moviendo los ojos de un lado al otro.

Catalina Abreu es la patrona de Francisca. Me detuvo en el vestíbulo con otros vecinos que se quejaban atropelladamente de los aumentos. Apenas el lunes pasado les llegó el recibo de luz y fue un escándalo en todo el edificio. La factura por áreas comunes del inmueble era de 12 mil pesos y ahora les cobraran 25 mil pesos. La argentina del 402 grita que pagaba mil 400 pesos mensuales de luz y ahora el sablazo es de 3 mil 500 pesos. Los residentes discutían atropellados los aumentos en la luz, el de 50% en el gas y, de ahí, se fueron al gasolinazo para darle una buena repasada de insultos a la prometedora reforma energética.

Catalina Abreu es, además, la administradora en turno del edificio. El martes a las 8 de la mañana fue al negocio que cobra la luz para reclamar los recibos de todos los departamentos. ”Reclamar es mejor que quedarse callado”, me dijo, acomodando papeles en una enorme y elegante bolsa. ”Es como cuando te asaltan: tienes que levantar el acta aunque nunca pase nada. Estar callados no es una opción”.

Al salir del encendido edificio me encontré con León, un fabricante de ropa deportiva que desde el pasado primero de enero está perdiendo más pelo. “Me roban, Javier, me roban”, me dijo sacudiendo unos papeles con las manos regordetas y llenas de manchas y lunares.

Con el gasolinazo le subió la presión y el costo del transporte y fletes de mercancía. Con el peso devaluado, le llegaron facturas 10 por ciento más altas en la cotización del poliéster, el algodón y las anilinas que utiliza para los “pants” que vende en los supermercados.

Pero lo que más le enojo fue la solicitud que le hicieron los administradores del súper. Me contó que le pidieron por escrito su “colaboración” para cubrir el monto de los saqueos que sufrieron después del gasolinazo de enero. Le pidieron 300 mil pesos en ropa deportiva para cubrir el hueco. León me platicaba y se le inflaba la frente del coraje. ”Eso es el 15% de lo que les vendo en el año”, me dijo. El fabricante de ropa les contestó que no pagaría por los saqueos y ahora no deja de pensar en los gasolinazos que vienen.

El edificio es un hervidero de enojos e historias muy diferentes al mundo de los funcionarios federales que, reunidos con senadores del PRI, dicen que la economía “va caminando a buen paso”. Y apenas está comenzando febrero.

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