Hacia un posible MEXIT

26 de Abril de 2024

Luis M Cruz
Luis M Cruz

Hacia un posible MEXIT

luis m cruz

1. En los próximos meses diversos analistas advierten sobre tres elementos que determinarán no sólo el sentido del año, sino el futuro inmediato para nuestro país: la revolución fiscal en Estados Unidos, el posible final del TLCAN y elecciones presidenciales complejas con incertidumbre y agitación en la economía y la sociedad. Las dos primeras amenazas tienen poco que ver con nuestras capacidades internas, pero determinarán el resultado que pudiera tener las elecciones presidenciales. Si la bajeza e intemperancia del presidente Trump sigue impulsando la hostilidad antimexicana, además de la transformación de las reglas con las que había venido operando la economía global (libre comercio, sistemas fiscales responsables y progresivos, aliados fuertes y confiables, es decir, cooperación e interdependencia),entonces las perspectivas nacionales habrán de ser severamente ajustadas en lo inmediato. 2.Derivado de tal presunción, la revolución fiscal estadounidense podría transformar a los Estados Unidos en un inmenso paraíso fiscal, al que podrían volar capitales y empresas como lo han hecho desde la gran crisis financiera de 2007/2008 (el flight to safety que ha sostenido las bajas tasas y la liquidez en una economía con profundo desequilibrio comercial y de competitividad menguada, en la que nadie ahorra y todos consumen). El efecto para México se verá en las presiones contra el peso, la erosión de las reservas internacionales y la elevación de las tasas de interés nacionales buscando compensar el diferencial tributario. 3. La desaparición del TLCAN o su transformación a reglas asimétricas favorables a Estados Unidos, independientemente de quien pague el muro en la frontera sur —evidentemente lo estamos pagando nosotros con el zarandeo al que estamos sometidos— habrá de afectar las exportaciones y la competitividad ante otros adversarios comerciales, sobre todo China y la India, economías emergentes de más rápido crecimiento mundial, algo para lo que no estamos preparados, ser un competidor global; no tenemos marina mercante ni un sistema comercial de representación y distribución de productos en el resto del mundo, prácticamente todo (80% de las exportaciones) está dirigidas al mercado estadounidense. 4. Finalmente, que en las elecciones mexicanas no exista un predictor sólido y estable sobre quién pudiera ganar los comicios, como no sea el hartazgo y cansancio que haría triunfar a López Obrador al acumular el mal humor social y los agravios generados por la inseguridad, corrupción e impunidad que laceran a la sociedad, podría llevar a una elección controvertida que tendría un déficit de legitimidad y otro de gobernabilidad.No estamos ante una cuestión de falta de libertades o de transición a la democracia; estamos ante una situación de falta de orden en la democracia para garantizar que quien gane, sea investido con legitimidad y capacidad de gobernar. Por lo pronto, una vez más, en Estados Unidos parece estarse moviendo otro frente ante esto, de sesgo intervencionista y más riesgoso que los hacker rusos: por un lado, el temor a un gobierno “a lo Maduro” en la frontera sur; por el otro, la elección de un gobierno débil que llegara a ser un títere de Trump, algo que preferiría el establishment estadounidense. 5. Lo que parece claro es que para México han concluido 25 años de una relación cooperativa con Estados Unidos y habrá de iniciar una etapa de desensamble y eventual confrontación, algo así como un Mexit forzado por los EstadosUnidos con el consecuente costo para los mexicanos, tal y como el Brexit está siendo pagado por los ingleses.