Mi hijo se muere

13 de Mayo de 2024

J. S Zolliker
J. S Zolliker

Mi hijo se muere

Mi’jo se está muriendo y no hay decididamente nada que no haría por curarlo. Entiéndanme: no hay retén, crítica, fuerza pública, Ejército, Guardia Nacional, tortura o lo que se les ocurra, que no enfrentaría. Nada, absolutamente nada podría detenerme.

Por eso, estoy que me lleva la chingada. No hay el medicamento para tratarlo y no lo puedo adquirir. Y eso que llevo pagando dos décadas de seguro. Veinte años. Cada quincena, sin falta pagando mi Seguro Social. Y no se les disculpa por ser una institución pública. Si fuese privada, ya los habríamos linchado…

Mi’jo se muere y me dicen que no puede acceder al medicamento –al que tengo derecho– porque están combatiendo la corrupción. Mi’jo se muere. No puede esperarles en su pinche batalla contra la corrupción mientras él está lidiando con su cabrona guerra contra la muerte. Presidente, con todo respeto, mi’jo no debe ser víctima de la ineficiencia e incapacidad del gobierno. De su gobierno. Su incompetencia no es nuestro pedo. Se debe poder combatir la corrupción sin matar a terceros y la mera excusa, es ofensiva y me dan ganas de arrepentirme por haber votado por ustedes.

Señor Presidente, yo creo en usted. Yo creo que necesitamos un cambio. Yo he sido donador económico y de trabajo de su causa. Yo entiendo y yo confío en usted, pero nunca me imaginé vivir este desprecio en que el gobierno y un seguro por el que pagué, no atiendan a mi ser más valioso y preciado.

Son chingaderas, con todo respeto. Discúlpeme, podría hablar de rabia, de coraje, pero ni madres, no tengo esa paciencia ni ese contexto.

Lo siento, pero con todo respeto, la desesperación me domina. La última vez me pidieron que fuera a comprarle ibuprofeno para el dolor porque no había quimioterapia ni nada para tratarle. No manchen, ¿han escuchado a un chamaco retorcerse del dolor agonizante y que ruega que sus pastillas –inútiles y compradas por su padre en una farmacia– le briden algo de ayuda? ¿No? Ton’s a cerrar el hocico y a apoyarnos. ¿Entienden en su gabinete que cada semana que pasa y que mi’jo no recibe su tratamiento, se nos escurre la vida entre las manos? Yo fui de esos que protestamos en la semana en el aeropuerto. Así estoy de desesperado.

Por favor, entiendan, esto no es político. Es un tema fundamental; de derechos humanos. No hay medicamentos básicos ni material de curación ni atención normal. Nuestras citas de cada semana se hicieron de una vez al mes “falta de espacio”. Presidente, ¿por qué es nuestra culpa? ¿Por qué nos señalan como culpables?

Ahora, estoy preocupado porque no sólo no hay medicamentos, sino que se dejaron de comprar vacunas desde que terminó el gobierno anterior. Y hay una gran epidemia internacional de sarampión. Y afecta a los que no están bien de sus defensas y tiene su sistema inmune, afectado, como los enfermos de cáncer y un largo etcétera...

Ayúdenos. Ya nos prometieron recursos, pero sólo porque somos pocos y nos fuimos a meter al aeropuerto. Yo voté por usted, Presidente, pero estoy bien arrepentido porque nadie debiera vivir estas desgracias, mucho menos por incompetencia. Atienda: ¡nos están matando!. Sí, primero, a los pobres.

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