Por qué votó por Trump

26 de Abril de 2024

J. S Zolliker
J. S Zolliker

Por qué votó por Trump

Ganó Trump. Por eso llegó a casa y se sirvió un buen trago de una vieja botella de Punt e Mes que tenía reservada hace varios años. Es bastante amargo, pero bien vale la pena. Lo tenía reservado para cuando volviera a ganar en grande en las apuestas. Y ahora tiene hasta pa’tirar pa’rriba. Con Trump lo logró.

Se llama Mike Hernandez. Es hijo de segunda generación de mexicanos migrantes ya legalizados en los Estados Unidos de Norteamérica. Cuando apostó todos sus ahorros por Trump, en cuanto casino conocía a 100 kilómetros a la redonda, lo hizo a ojos cerrados. Con completa conciencia de que ganaría las elecciones.

¿Por qué? Porqué después del BrExit, del plebiscito del “NO a la Paz” en Colombia, de la reelección de dictadores de Sudamérica, se dio cuenta de algo que parece ser una constante: al mundo actual, atrapado entre los Babyboomers (la generación de los que tienen dos trabajos en toda su vida) y los Millenials (que han tenido 5 empleos antes de cumplir 35 años), les importan una chingada los avances de las minorías. Se dio cuenta de la caída del mito de las socialdemocracias y se dio cuenta que a la gente, poco les importan los demás.

En otras palabras, vio que hay poco compromiso social. Los jóvenes se quejan desde su computadora y escritorio, pero no hacen nada. Y los que salen a votar —suelen ser personas de más edad—, son el pueblo sin educación, la masa ignorante a quien no les interesan los avances en derechos de las personas con discapacidad. Ni les importan un carajo si los edificios tienen rampas para sillas de ruedas o si hay servicios médicos suficientes o energías renovables. Y les estorban “moralmente” los derechos de los homosexuales. Y les valen madres que las mujeres puedan y deban decidir sobre su propio cuerpo. Y les importan un comino los problemas de los inmigrantes. Y todo es así con todo lo que sea un asunto de minorías; una basurilla que no cuenta.

Este es un gran fracaso de la política moderna mundial. Una enorme lección para el globo terráqueo entero. La democracia, decía un famoso filósofo griego, es el peor de los gobiernos porque cualquiera que no piense, puede decidir sobre el futuro de otros… Bien lo saben en Rusia, en Cuba, en Nicaragua, en Venezuela y en México: puedes pecar cuantas veces sea e incluso, cometer las imprudencias más asquerosas, siempre y cuando, la mayoría te apoye. Es cierto. Puedes ser ladrón, traidor, violador, depredador sexual, asesino y puedes lograr lo que sea, siempre y cuando, comprendas que la minoría sirve para levantar la imagen, pero la mayoría gana las elecciones. Y no al revés. Ese fue el gran error de los norteamericanos: creer que las políticas pro-minorías lograrían ganar en un modelo democrático; que es aquél donde elige la mayoría. En México 2018 no se cometerá ese error. Nosotros lo sabemos desde hace tiempo.

Fíjense: Trump es el nuevo Presidente de uno de los países más poderosos del mundo, que ha vencido a una mujer en un país donde las propias mujeres son brutalmente machistas cuando de mayorías se trata, que es el más viejo de toda su historia hasta ahora, y cuya esposa, es la segunda mujer que será primera dama sin haber nacido en los Estados Unidos.

¿Comprenden? ¿Cómo no apostar contra eso? Mike ha ganado una respetable fortuna. Suficiente para mudarse. Suficiente para comprender que la ignorancia educativa, tarde o temprano nos alcanza. Suficiente para reírse ante el espejo y saber que tuvo razón desde el principio; es el inicio del fin del mundo como lo conocemos.

Es curioso —medita— cómo el primer presidente norteamericano negro liberal y de izquirda, tendrá que entregarle el poder a un misógino, derechista, machista, que ha apoyado y ha sido apoyado por el Ku Klux Klan…. Cuando termina su trago y está por dormirse, se ríe. Recuerda una frase de Facundo Cabral que le ha marcado de por vida: “Le tengo mucho miedo a los pendejos, porque son muchos y pueden elegir un presidente”. So be it, se dice. So be it.