En la imagen Jair Cabrera, Hans Máximo Musielik, Sergio Ocampo, Pablo Pérez y Alejandro Ortíz. Fotos: Quadratin, La Jornada, Rompeviento, @adrianaesthela y EspecialRedacción ejecentral Un grupo de aproximadamente cien personas, en su mayoría armadas, que habían colocado un retén con troncos, palos y piedras sobre la carretera pasando la salida a Acapetlahuaya, retuvieron, robaron y amenazaron con quemar vivos este sábado a un grupo de siete periodistas que cubría el operativo implementado por policías estatales, federales y el Ejército en San Miguel Totolapan, en la región Tierra Caliente en Guerrero.
Se trata de Jorge Alberto Martínez, de Quadratin Guerrero; Sergio Ocampo, corresponsal de La Jornada en Guerrero y colaborador de radio UAGro; Jair Cabrera, fotógrafo colaborador de La Jornada; Pablo Pérez, corresponsal de HispanoPost en México; Alejandro Ortiz, de Bajo Palabra; Ángel Galeana de Imagen TV, y el alemán Hans Musielik, colaborador de Vice News. 
Tras terminar su cobertura en la zona de Arcelia, aproximadamente a las 18:00 horas del sábado 13 de mayo, fueron detenidos por el grupo de civiles armados, muchos de ellos jóvenes, que se presume pertenecen a La Familia Michoacana, aunque ninguno se identificó como parte de algún grupo delincuencial.
Fue aproximadamente un kilómetro después de pasar el crucero a Acapetlahuaya, que les hicieron ver que no eran bienvenidos aún tras identificarse como prensa.
Les pidieron entregaran cámaras, grabadoras, celulares, computadoras, dinero, carteras, identificaciones, pasaportes y una camioneta Jeep Patriot, propiedad de Sergio Ocampo, que era uno de los dos autos en que viajaba el grupo. Fue aproximadamente por unos 15 minutos que les quitaron todos y uno de los cabecillas decidió que los dejarían ir pero solo en un auto.
“Nos bajaron de las camionetas, incluso encañonaron a algunos de nuestros compañeros, nos dijeron que les diéramos todo lo que trajéramos, cámaras, celulares, credenciales”, relató Alejandro Ortíz, de Bajo Palabra, al sitio Somos el medio.
“Las cosas se pusieron tensas, un joven de al rededor 17 años dijo que nos dieran una camioneta y que nos fuéramos o que nos quemaban a todos en las camionetas. Ante la actitud decidimos tomarla y nos subimos todos para salir del lugar”, agregó Ortíz.
Los periodistas trataron de negociar sus equipos pero los amenazaron con quemarlos vivos dentro de los autos si no entregaban sus pertenencias y se iban del lugar. 
Al periodista alemán Hans Máximo lo amagaron con una pistola en la cabeza. Uno de lo s sujetos le advirtió: “si vemos que se detienen en el retén y dicen lo que les pasó, los vamos a comer vivos. Ahí tenemos halcones vigilando”.
Atendieron la indicación y tras manejar lo más rápido posible para salir de la zona, los periodistas fueron auxiliados por policías y escoltados por una patrulla a Iguala para recibir atención médica, ya que algunos recibieron golpes.
En tanto, agentes de la Policía Federal trasladaron a un grupo de familiares y amigos de los comunicadores de Chilpancingo a Iguala, para verificar en que situación se encontraban.
Los mismos elementos de la PF escoltaron a periodistas y familiares de regreso a la capital de Guerrero para que denunciaran los hechos y pudieran acceder a equipos para escribir sus notas y reportarse a sus medios desde la sede del Sindicato de Redactores de la Prensa de Chilpancingo.
Foto que Pablo Pérez publicó la mañana del sábado durante su cobertura en sus redes de los bloqueos carreteros tras enfrentamiento en San Miguel Totolapan, el punto de Tianquizolco, Guerrero. Foto: Pablo Pérez |HispanoPostEn una breve declaración a los compañeros de la prensa local que se encontraban en la sede del Sindicato, Pérez narró como ocurrieron los hechos y las amenazas que recibieron si no hacían lo que les indicaban.
La directora de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobierno de Guerrero acudió al lugar y señaló que procederían a tomar las declaraciones de cada uno de los periodistas para determinar la implementación del protocolo de protección que a cada uno se le deba otorgar.
Fue desde las 7:30 horas del sábado que el grupo de periodistas arribó a San Miguel Tololapan para cubrir el operativo iniciado un día antes por agentes estatales, federales y el Ejército en busca de desarmar a grupos en disputa de El Tequilero y La Familia Michoachana.
Bloqueo en Palos Altos. Foto: Pablo PérezAl llegar al punto conocido como Palos Altos en Arcelia, dejaron los dos autos estacionados en un restaurante del lugar y siguieron su cobertura a pie debido a que los agentes de la policía antimotines iban desactivando sobre la carretera Iguala-Ciudad Altamirano los distintos bloqueos instalados por transportistas.
Para las 16:00 horas, terminada su cobertura, los siete reporteros se detuvieron a comer en un restaurante en la presa Vicente Guerrero de Arcelia y una hora después partieron rumbo a Iguala.
De acuerdo con reporte de autoridades, 24 camiones y camionetas de empresas como Bimbo, Marinela y Autobuses Estrella de Oro fueron incinerados en la carretera Iguala-Ciudad Altamirano, en un tramo de entre 10 y 15 kilómetros, por grupos presuntamente de autodefensas.
Aproximadamente a las 19:00 horas por grupos de periodistas locales se reportaron los hechos y se solicitó eliminar a los periodistas agredidos de los chats, para que los delincuentes no pudieran estar enterados de la información que se compartía.
El gobierno de Guerrero reportó que a raíz que Ejército y agentes estatales tomaron el control de la seguridad en la zona de Tierra Caliente, siete municipios fueron escenario de bloqueos carreteros, por lo que 22 personas fueron detenidas, de las cuales 20 quedaron poco después en libertad, y 10 policías fueron agredidos. (Con información de Agencia de Noticias Guerrero, La Jornada y Somos el Medio) EC