Suman 2.5 millones de homicidios en América Latina desde 2001: NYT

26 de Abril de 2024

Suman 2.5 millones de homicidios en América Latina desde 2001: NYT

La región acumula el 38 por ciento de los asesinatos en el mundo, detalla el diario New York Times

Desde el año 2001 se han registrado más de dos millones y medio de víctimas de homicidio en América Latina y el Caribe, según una investigación del Instituto Igarapé, que rastrea la violencia en todo el mundo, y que es recogida por el diario estadounidense The New York Times, en su artículo O nos matan o nosotros los matamos (Either They Kill Us or We Kill Them’).

En el artículo publicado este sábado, el diario norteamericano aborda la violencia a través de un recorrido por Honduras, uno de los países que ha registrado los niveles más altos de violencia en la región de latinoamericana.

Sin embargo, enlista a los países que comparten región con Honduras y que también poseen varias de las ciudades más violentas del mundo, mismas que se encuentran en países como Brasil, Colombia, Honduras, El Salvador, Guatemala, México y Venezuela. Aquí, “la violencia ha matado a más personas que las guerras en Afganistán, Irak, Siria y Yemen combinadas”, señala el artículo.

Aunque la región de Latinoamérica representa solo el 8 por ciento de la población mundial, acumula el 38 por ciento de los asesinatos en el mundo. Y tiene 17 de las 20 naciones más mortales de la tierra. Tal es el caso de Bogota, en Colombia; Cancún, Tijuana y Los Cabos, en México; o San Pedro Sula, en Honduras.

La violencia es aún más sorprendente porque las guerras civiles y las dictaduras militares que una vez se apoderaron de América Latina casi han terminado, hace décadas, en muchos casos... los asesinatos continúan a un ritmo asombroso, dice el artículo.

Tanto en México, como en el resto de América Latina el clima de impunidad deja sin resolver más del 95 por ciento de los homicidios. “Y el estado es un garante del fenómeno: los gobiernos ahuecados por la corrupción son incapaces o no están dispuestos a aplicar el estado de derecho, permitiendo que las redes criminales dicten las vidas de millones de personas”.

MM