Un manjar el abstencionismo

26 de Abril de 2024

Ricardo Eguia

Un manjar el abstencionismo

RICARDO EGUIA

En este país la regulación secundaria en el Congreso se ha convertido en “tierra de nadie” por los jaloneos intermitentes, alucines fantasiosos, verborrea estática al tope de las fracciones parlamentarias y las crueles ironías, el sarcasmo de los partidos que se empecinan en imponer a sus legisladores prejuicios, caprichos y falsos dilemas para lograr en salvajadas sádicas “parir” galimatías, rompecabezas y bodrios aberrantes en las leyes reglamentarias confusas, truncas, contradictorias aberrantes y violatorias de las Reformas Constitucionales que se aprobaron engañosamente como el camino sin escalas al paraíso...

Con esa ambiguedad, sonsonetes y cacofonías de siempre los legisladores incumplen con la obligación de elaborar dictámenes oportunos sobre las siete leyes secundarias del “Sistema Nacional Anticorrupción” y ad-nauseam e incidiendo en los mismos barbarismos se aprestan a violar ad-hominem con fruición y total cinismo el plazo máximo (28 de mayo) para aprobar las leyes reglamentarias de esa Reforma Constitucional.

Como dijo Einstein “es más fácil romper un átomo que un prejuicio” y menos añadiría yo, cuando la hipercorrupción adquirió ya post-grado...o como rezaba Churchil al sostener que “Las actitudes son las más de las veces más importantes que las aptitudes”, pero en el Congreso mexicano ni lo uno ni lo otro...

A los Legisladores poco importa el saber que las Instituciones no pueden flotar en el vacio ni levitar y que por ende deben sustentarse en la integralidad de las leyes que permitan efectividad, legalidad y certeza jurídica básicas para hacer factible el ansiado y postergado estado de derecho.

Cuando la población en redes sociales, las ONGs y algunos medios de comunicación responsables insisten a los legisladores sobre la procedencia de un período extraordinario de sesiones antes del plazo máximo del 28 de mayo para sacar adelante y dar vigencia a las 7 leyes del Sistema Nacional Anticorrupción algunos contestan que si están dispuestos, otros guardan silencios ominosos y los hay que con arrogancia incuria y contumacia ramplena se atreven a decir con humor negro que en el período electoral ese período extraordinario es inviable? lo cual es además de temeraria y artera ofensa a la ciudadanía de quienes le apuestan con porfía a la parálisis y embotamiento disoluto del Poder Legislativo para meter a la carnicería de los sótanos del Congreso las 7 leyes aludidas y ahí manosearlas, macerarlas, cortarlas en pedazos y ya reducidas enterrarlas para otra “barbacoa” legislativa indigesta e inmunda.

Las mismas tretas, las mismas marrullerías, las mismas vilezas, las mismas rancias prescripciones y supercherías para recetar chiquiadores de araña rinconera, cataplasmas de yerba del manso y paños calientes para el más destructivo cáncer terminal nacional.

Se quejan de la denominada “Ley 3 de 3" pública y que posibilitará corroborar si al paso de un puesto a otro dentro del sector público y en el tiempo hubo o no desmedido aumento de riqueza y si la hubiere demostrar que no fue mal habida...malo que se les pidiera el “paisaje del iris ocular”, la huella de voz, selfies actualizados o la carta de no antecedentes penales de sus abuelitas.

Así como la competencia nos hace competentes, el ejercicio más saludables y diestros, igual tener esclusas, retenes, fiscalización en tiempo real del buen uso de los recursos públicos y para evitar(prevenir) la tentación de robar, desviar, apropiarse de bienes nacionales, incidir en el peculado, recibir sobornos por contratos, licitaciones y/o concesiones al amparo del cargo o del fuero hará un ambiente de control a-fortiori en un principio, luego práctica saludable el pasar por la función pública sin haberse enriquecido de manera ilícita y mucho menos haber saqueado al país, a las entidades federativas o a los municipios...

México necesita hoy, aquí una clase política y empresarial (la que hace negocios lícitos con el gobierno) decente, acotada, guiada por el compromiso de servir y no de servirse ni de enriquecerse en detrimento o perjuicio del erario y para que el sistema nacional anticorrupción no quede en ese simple acrónimo (SNA).

“Es autodestructivo el Estado (Max Weber) que no persigue el bien común y deja de ejercer tanto la ética de la intención (no se avanza nada solo con buenas intenciones) y la ética de la responsabilidad donde cuentan las consecuencias perjudiciales ya que de nada sirven sin el control rigorista de los efectos derivados de conductas anómalas o delincuenciales”.

El poder político y el poder económico de las élites debe ser legalmente acotado para evitar continúe intocado el sistema sesgado, torcido y perverso de los “compadres, familiares y amigos multimillonarios” y no precisamente por ser mejores, superdotados, más trabajadores o más preparados...

De suyo sabemos que en este país no se premia al mérito, ni a la honestidad, ni el trabajo arduo, solo a los parientes (nepotismo) a los amigos (amiguismo) y a los cómplices (secta de pandilleros de cuello blanco).

Si somos un país sin leyes concretas, sólidas, bien imbricadas en materia de combate frontal a la corrupción es simple, lisa y llanamente porque no hay voluntad política para detener la exacerbada y colosal corrupción que tiene hundido a México... El (WEF) Foro Económico Mundial calcula el costo enorme de la corrupción mexicana y rebasa un 9.3% del PIB nacional, esto es, un costo mayor que toda la economía de países como Panamá, Guatemala o hasta del Ecuador.

“Global ATKearney” publica un estudio donde con datos duros soporta el hecho de que México tuvo una caída descomunal en el Índice Global de Confianza 2016 y desde el 9no pasó a un lejano número 18 mientras que Brasil con todo y su conflicto institucional pasó al lugar 12 desde el décimo lugar que tenía y agrega “si ya no llegaban las profusas inversiones anunciadas con la Reforma Energética (oscilaba según cálculos optimistas entre 20 mil y 30 mil millones de dólares) con esa caída del Índice de confianza simplemente ya no llegarán, menos si como apunta ATKearney los inversionistas toman sus decisiones con base en el grado de corrupción, transparencia en las reglas y ambiente de (in)seguridad... La única y vergonzante ventaja competitiva es la de los salarios de miseria y no basta eso a los inversionistas extranjeros...”

Si a ello le sumamos la tasa de impunidad que rebasa el 97% de los delitos cometidos en este país, si hay corrupción al más alto nivel en los 3 poderes y en los 3 niveles de gobierno, en los Ministerios Públicos, en los Jueces, en los contratos de obra pública, contratos de proveduría pública, de los servicios públicos, aduanas, educación, salud pública, etc., de un sistema rentista y extractor neoliberal que concentra el ingreso en 100 familias dueñas de México, ¿que suponemos pase cuando a toda esa basura haya que agregarle el boicot legislativo a las 7 leyes secundarias del Sistema Nacional Anticorrupción?

Por ello la reflexión que hacía en mi colaboración anterior: Si a los Partidos solo les interesa pasar de “panzaso” por las elecciones sin importarles un bledo atajar la corrupción desbordada; si el sistema electoral está mal diseñado y premia a los partidos con más recursos públicos multimillonarios solo por el incremento de ciudadanos en el padrón y no por el número de votos válidos que reciben en cada elección; si es tal el rechazo y el hartazgo ciudadano contra los partidos que usan los procesos electorales solo para reciclarse los mismos y sus parientes; si no hay democracia participativa solo repetición de cartabones, poses, spots, cero compromisos sociales y elecciones amañadas que se ganan con un voto de diferencia, que se judicializan luego y al final del día el poder se reparte entre la misma cleptocracia sicopatológica; no te abstengas, la abstención es la ambrosía, el manjar, el regalo mejor a la partidocracia apartada de la realidad y divorciada de la ciudadanía que así se burla de todos y una vez transcurrido el proceso electoral “pateará" el bote hacia adelante para no legislar contra el conflicto de interés, ni por una fiscalía independiente, tampoco por una “Auditoría Superior de la Federación Autónoma del Poder Legislativo.

¡Hay que acudir a las urnas sí, pero a ANULAR NUESTRO VOTO!

Nos hacemos grave daño los ciudadanos y les facilitamos a los Partidos seguir en el pandero y en el más de lo mismo si nos quedamos en casa el día de la elección...La única fórmula válida, inteligente y razonada de obligarlos a cambiar es “sepultándolos” bajo toneladas de votos nulos.

Exhibámoslos por trapear con la Constitución violando el plazo legal para votar el “Sistema Nacional Anticorrupción”.

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