Una carta de Hillary a Peña

14 de Mayo de 2024

J. S Zolliker
J. S Zolliker

Una carta de Hillary a Peña

Dear mister President Pena: Espero que entienda el motivo por el cual esta carta es informal y va dirigida por canales no oficiales ni diplomáticos. Se la envío así porque quiero de mi propio puño y letra y de frente, decirle que ustedes me han obligado a rechazar su invitación a charlar a México. Sepa mister President, que lo que hizo ha causado un mal terrible en la diplomacia y ha intervenido en el proceso electoral de mi país y en contra del beneficio de México.

Somos la nación más poderosa del mundo porque sabemos que no inventamos el hilo negro, mister President. Por eso justo, en los Estados Unidos no nos reunimos oficialmente con candidatos. Imagine Usted, mister President, por un momento, que mi compatriota President Barack hubiera invitado antes de las elecciones mexicanas, a la Casa Blanca, a mister Andres Manuel Liospez y le hubiera colocado un podio de Jefe de Estado para que se expresara abiertamente sobre cualquier ideota que tuviese, justo ahí, en el Rose Garden frente a la Oval Office para sus fotografías de prensa internacional… ¿Qué le habría parecido? ¿Podríamos haber cambiado el rumbo de las elecciones y sus ganadores?

Por eso, por más que se justifiquen usted y sus cercanos, hay que aceptar que se equivocaron. ¿De verdad creen que por recibirlo y “aventarle un speech” ha cambiado en algo la idea de Trumpetas de México? ¿Que modificaría su campaña discriminatoria? ¿Su racismo? Sepan que cuando le dieron a Trumpetas la categoría de Jefe de Estado, han hecho más posible que gane el peor enemigo que han tenido. Ahora, ese loco puede vencerme...

Cierto, puede Usted platicar con quien quiera, pero —de nuevo— hay formas. ¿Por qué por ejemplo, no buscó a Trumpetas ahora que estuvo en los EEUU para reunirse con toda discreción? ¿Para qué el circo? Es más, si quería que fuera su reunión con Trumpetas en México, ¿por qué no organizó una conferencia de ese candidato en alguna de las universidades que tienen y por qué no se encontró con él antes de la conferencia/plática que hubiese dado? Le repito: ¿por qué abrirle las puertas de la Residencia Oficial de los Pinos? ¿Por qué recibirlo en el hangar presidencial? ¿Por qué subirlo de rango y a mí que he sido su amiga incondicional, darme un duro golpe?

Lo peor no es eso. Ya teniéndolo en su territorio, mister President Pena, tuvo usted oportunidades varias de corregir, de confrontarlo. Pero se amedrentó. ¿Cómo cree que se sintieron los latinos —no solo los mexicanos— de esta atención y foco y micrófono que le ha prestado Usted, a quien más los ha humillado? ¿Su preocupación es que si Trumpetas gane, el dólar se vaya más alto? Hay otras formas de confrontar esas presiones monetarias. El problema es que gane Trumpetas y entonces sí, haga de esto, el mundo paralelo de Alicia en el país de las maravillas. Pero ni eso se arregla con una invitación a los Pinos.

En fin, mister President, no me deja usted otra salida más que minimizar la visita de mi contraparte y de ser posible, caricaturizarla; burlarme del encuentro. Tengo que ridiculizar a Trumpetas y a su reunión. Entienda, no es mi intención lastimarle. Pero así como ustedes dicen en México, “dime con quién andas y te diré quién eres”, acá decimos: “si se comporta como una gallina y cacarea como una gallina, estamos frente a una gallina”. Y yo por lo pronto, no puedo darme el lujo de que se me asocie con esa imagen y por lo tanto, no me puedo reunir con usted. Me ha obligado Usted, a marcar distancia y la impunidad, será el tema central.

Good luck, mister President Pena.

Hilaria

Te Recomendamos: