El Salón Tesorería de Palacio Nacional, donde todas las mañanas -a las siete en punto- el presidente Andrés Manuel López Obrador presenta información, firma acuerdos y responde cuestionamientos de la prensa, se encuentra en remodelación.
Pese a que el gobierno del tabasqueño navega con bandera de total austeridad, el piso del salón será cubierto con alfombra. Tras terminar la conferencia de este viernes, elementos del Ejército mexicano iniciaron las labores.
Primero removieron el templete en el que se instalan las cámaras y los fotógrafos que cubren la mañanera. Posteriormente se inició el proceso de instalación de relleno y luego la alfombra.
Entre otros 99 compromisos, luego de ser investido presidente, López Obrador afirmó ante miles de personas en el Zócalo de la Ciudad de México que no se remodelarían oficinas, ni se compraría mobiliario de lujo.
Si bien, esta no es una oficina, ni es mobiliario de lujo, el cambio va contra las reglas de austeridad. El piso del Salón Tesorería se encuentra en muy buen estado y está decorado de acuerdo al resto del lugar, lo que no exigía un cambio.
Además, en el memorándum de austeridad enviado a los servidores públicos se les pide “en congruencia con la reciente aprobación del dictamen que expide la Ley Federal de Austeridad Republicana de Estado, les instruyo de manera respetuosa que lleven a cabo la implementación de medidas adicionales”, como eliminación de plazas, de cargos inventados, de choferes, y el ahorro en utilización de recursos, lo que no se ve reflejado en esta acción.
Tal parece que se olvidó del último punto del mismo documento en el que exhorta a “que se revisen programas de poco beneficio para la población y se eliminen ‘gastos superfluos’ para concentrarnos en garantizar la ejecución de las 71 prioridades definidas para lograr la Cuarta Transformación”.