22 de abril, día de la madre tierra ¿Qué mensaje nos envía la naturaleza durante esta pandemia?

13 de Mayo de 2024

Simón Vargas
Simón Vargas

22 de abril, día de la madre tierra ¿Qué mensaje nos envía la naturaleza durante esta pandemia?

simon vargas

“Mira profundamente en la naturaleza y entonces comprenderás todo mejor.” Albert Einstein

Hoy todos los noticiarios, al menos una vez al día, abordan la situación mundial de la crisis sanitaria a la que nos enfrentamos, los líderes políticos ofrecen conferencias de prensa para informar sobre el estatus actual y las instituciones y personal de salud continúan combatiendo con vehemencia el COVID-19; esta pandemia ha marcado un parteaguas en la sociedad y no sólo por la forma en la que se propagó, sino porque por primera vez en la historia moderna hemos sido testigos de escenarios sin precedentes.

La cuarentena y el distanciamiento social dictados como algunas de las medidas fundamentales para detener el avance del coronavirus han puesto un alto a la vida como la conocíamos, y en un giro difícil de prever ha planteado escenarios impensables: establecimientos y comercios cerrados, calles desérticas, parques clausurados y por supuesto teatros, bibliotecas, salas de conciertos o museos como el del Prado que desde la Guerra Civil no había clausurado su entrada, se han convertido en fotografías que quedarán para la posteridad como evidencia del aislamiento al que fuimos exiliados.

Con el avance del COVID-19 nos hemos convertido en meros espectadores que observan a través de las ventanas, terrazas y azoteas la vida en el exterior, afortunadamente nuestra reclusión le ha permitido a la naturaleza un respiro, que era no sólo indispensable, sino quizá vital.

Es así como en la otra cara de la moneda, paradójicamente la ausencia de gran parte de la actividad humana concedió una pausa a la madre tierra: ha mejorado la calidad del aire, se ha reducido considerablemente la emisión de gases invernadero y animales han vuelto a lugares donde la presencia de los humanos los había hecho emigrar.

Este alto obligatorio se ha transformado en una cooperación involuntaria pero necesaria para nuestro planeta, tan sólo basta recordar los incendios en California, la Selva Amazónica y Australia; las olas de calor; las inundaciones en Venecia y el municipio de Townsville; la invasión de langostas en Kenia; los ciclones tropicales o los huracanes para darnos una idea de la avidez con que la tierra necesita ayuda.

¿Esta pandemia podría convertirse en una oportunidad para que la naturaleza recupere terreno? Las fotografías que han dado la vuelta al mundo dan cuenta de ello; el canal de Venecia luce un agua cristalina lo que ha permitido el regreso de peces, patos ocupan las fuentes de Roma para tomar un baño, jabalíes recorren las calles de Italia y delfines, tortugas, tiburones y otras especies marinas han sido avistadas en diversas playas que antes eran asediadas por los turistas.

El origen de esta crisis de salud nos convoca a reconsiderar la función y labor de la naturaleza y la biodiversidad, ya que de acuerdo al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), una nueva enfermedad infecciosa emerge en los humanos cada 4 meses; de estas afecciones, el 75% provienen de animales, lo cual evidencia la estrecha relación entre la salud humana, animal y ambiental.

En este momento histórico la Organización de las Naciones Unidas, conmemora hoy el Día Internacional de la Madre Tierra coincidiendo con el Súper Año de la Biodiversidad, y centrándose en el papel de la diversidad biológica como indicador de la salud de la Tierra.

Es así como ante este panorama la ONU afirma que: “Los cambios en la biodiversidad afectan al funcionamiento de los ecosistemas [...] Los vínculos específicos entre la salud y la biodiversidad incluyen posibles impactos en la nutrición, la investigación sanitaria, la medicina tradicional, la generación de nuevas enfermedades infecciosas y cambios significativos en la distribución de plantas, patógenos, animales e incluso asentamientos humanos…”

¿Qué mensaje nos envía la naturaleza? Quizá que 2020 puede ser el año que decida el camino hacia un futuro sostenible. Esta pandemia es una lección, un llamado para dejar de actuar como hasta el momento y realizar acciones que nos permitan resignificar positivamente nuestra coexistencia con la naturaleza, porque hoy más que nunca la humildad y la consciencia deben ser nuestros referentes.

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