Sólo como breviario cultural, el inventor del personaje que es John Ackerman se llama Diego Valadés Ríos, un discreto jurista, muy respetado que en personalidad se encuentra en las antípodas de Johnny.
Pero don Diego, que cuando encabezaba el Instituto de Investigaciones Jurídicas le dio la plaza John la utilizó como una escandalosa plataforma partidista, todavía tiene afección por él, pues pese a todo el montón que le han echado por misógino, lo sigue defendiendo.