Ante la ofensiva rusa, el deporte ¿no se mancha?

“Yo me equivoqué y pagué. Pero la pelota no se mancha”, lanzó Diego Armando Maradona el 10 de noviembre de 2001 (día de su adiós del futbol) ante un estadio Alberto J. Armando abarrotado por miles de personas. Esta fue una de las frases que dejó el argentino a lo largo de su vida y que ahora forman parte de la historia del deporte.

Así como las palabras de “El Pelusa” fueron un vehículo para referirse a sus adicciones y responsabilizarse de ellas, eximiendo al deporte de cualquier sombra, hoy las primeras manifestaciones deportivas se comenzaron a registrar a unas horas de la decisión del presidente Vladimir Putin de iniciar una “operación militar” en un territorio que, desde el 24 de agosto de 1991, es (o era) independiente.

Ruslan Malinovskyi, jugador del Atalanta de Italia, quien aún no había nacido cuando Ucrania de independizó, metió dos goles en un partido de la Europa League. Al anotar ambos tantos el mediocampista del equipo de Bérgamo levantó la playera de su equipo para mostrar el mensaje “NO WAR IN UKRAINE”.

La frase en inglés tal vez fue una forma de hacer más extensivo su sentir ante lo que padecen sus familiares y amigos en el suelo donde vio la primera luz.

Otra muestra de rechazo a la ofensiva rusa se dio en el mismo torneo, pero en el Napoli contra Barcelona. Los jugadores de ambos equipos se juntaron en el medio del campo previo al arranque del encuentro para sostener una lona con la leyenda “STOP WAR”.

En España también se mandó un mensaje de paz desde una competencia deportiva. Fue durante el duelo entre las selecciones de basquetbol de España y Ucrania que tanto los jugadores como el público presente demostraron su postura. Antes de que el partido comenzara se dio un minuto de silencio, en el cual ibéricos y ucranianos se mostraron consternados, algunos incluso con lágrimas en los ojos.

Al final de los 60 segundos el público aplaudió en muestra de solidaridad con los deportistas vestidos de amarillo y azul pero también con la gente que en estos momentos vive en incertidumbre por el conflicto.

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En la Fórmula 1 el piloto Sebastian Vettel dijo estar sorprendido por lo que ocurre, lo que calificó como “horrible”. Y no dudó en aseverar: “Por mi parte, mi opinión es que no debería ir, no iré”. Esto en alusión al Gran Premio de Rusia, el cual se correrá en septiembre. El alemán no paró ahí su señalamiento y dijo sentir la pérdida de las vidas de personas inocentes por “razones estúpidas” de “dirigentes muy extraños y locos”.

Además, ante la situación desatada ayer la UEFA ya medita la posibilidad de que la final de la Champions League, que estaba prevista a jugarse en mayo próximo en San Petersburgo, se cambie de sede por cuestiones de seguridad.

Por otro lado, Oleksandr Zinchenko, jugador de origen ucraniano del Manchester City, no pudio ocultar su enojo ante la embestida rusa y se pronunció de forma un poco más radical. El joven de 25 años, quien ha sido internacional con la selección mayor en 48 partidos, le deseó al presidente Vladimir Putin la muerte “más dolorosa” en un mensaje publicado en Instagram, plataforma que eliminó el mensaje del futbolista.

A un día del inicio de la operación orquestada desde el Kremlin se han cobrado ya varias vidas. Por lo menos 100 personas, entre soldados y civiles ucranianos, han muerto. Además, se habla de más de 100 mil desplazados tras la llegada de alrededor de 200 mil soldados rusos a su territorio.

Estos ejemplos parecen demostrar que, aunque los excesos de Maradona no mancharon la pelota como lo dijo “El 10” ante más de 40 mil almas en “La Bombonera” de Buenos Aires, en esta ocasión el despliegue militar de Rusia, a más de 20 años y más de 13 mil kilómetros de distancia, ya tiñó al deporte mundial de rojo. GA

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