La reconocida actriz Sasha Montenegro, que dejó una marca indeleble en la época dorada del espectáculo mexicano en los años 70, falleció a los 78 años el pasado 14 de febrero, dejando tras de sí un legado de talento y una vida repleta de giros inesperados. Nacida como Aleksandra Aćimović Popović, la vedette llegó a México en 1969 desde Italia, para luego convertirse en un ícono del entretenimiento y finalmente en la esposa del ex presidente mexicano José López Portillo.
En los últimos días de Montenegro, su hija la acompañó constantemente, demostrando el fuerte vínculo familiar hasta el último momento. La actriz, que en sus últimos años se apartó de la luz pública para dedicarse a los bienes raíces y disfrutar de la vida junto a sus hijos, enfrentó un duro desafío de salud que terminó por mermar su vitalidad. Carlo Uriel, colaborador de Ana María Alvarado, reveló en Twitter que Montenegro sufrió un derrame cerebral a causa de un agresivo cáncer de pulmón, lo que finalmente la llevó a su deceso.
A pesar de los difíciles momentos finales, allegados a la familia indicaron que Sasha encontró paz, rodeada por sus seres queridos en su hogar de Cuernavaca, antes de que su estado de salud requiriera una hospitalización inmediata. Esta cercanía y apoyo incondicional de su familia iluminaron sus últimos días, a pesar de la gravedad de su enfermedad.
Sasha Montenegro, quien en vida se caracterizó por su fortaleza, carisma y dedicación a su familia, deja un vacío en el mundo del espectáculo y en los corazones de aquellos que tuvieron la fortuna de conocerla. Su historia, marcada por el amor, la tragedia y la perseverancia, permanecerá como testimonio de una vida vivida con plenitud y pasión.
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