El 16 de diciembre de 2017, el diario The New York Times reveló que de los 600 mil millones de dólares anuales del presupuesto del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, 22 millones eran particularmente difíciles de rastrear, y era porque se dedicaban a investigar reportes de objetos voladores no identificados (UFOs por su siglas en inglés).
La oficina encargada de cumplir con esa tarea se había creado en 2007, cuando un reporte de 2004 con imágenes e información obtenida por pilotos de la Fuerza Aérea estadounidense se filtró al público.
Hoy en la mañana, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de ese país (NASA) dio a conocer un informe generado por un panel independiente de científicos donde se reconoce que “muchos testigos creíbles, a menudo aviadores militares, han informado haber visto objetos que no reconocieron sobre el espacio aéreo estadounidense”.
El informe admite que anualmente se generan alrededor de cien mil de esos reportes; también aclara que “la mayoría de estos eventos han sido explicados desde entonces, pero unos pocos no pueden identificarse inmediatamente como fenómenos naturales o provocados por el hombre”.
El panel independiente convocado por la NASA titula su informe Fenómenos Anómalos No Identificados (UAPs), quizá porque los objetos observados en 2004 no sólo volaban sino que llegaron a estar bajo el mar.
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Bill Nelson, administrador de la NASA, dijo que “el equipo de estudio independiente de la NASA no encontró ninguna evidencia de que los UAP tengan un origen extraterrestre”, pero también admitió que no saben qué son esos UAP, con lo que tampoco descarta que sí puedan tener ese origen.
Nelson admitió que en su opinión, es seguro que hay vida en otros lugares del universo, y agregó que se estima que debe haber un billón de planetas como la Tierra.
Agregó que “el nuevo director de Investigación de UAP de la NASA desarrollará y supervisará la implementación de la visión científica de la NASA para la investigación de UAP”, cosa que harán trabajando en conjunto con otras agencias nacionales e internacionales e incluso en colaboración con redes de ciencia ciudadanas.
Y sobre todo dijo que “la NASA hará este trabajo de forma transparente en beneficio de la humanidad”.
Por su parte el panel aclara que “involucrar al público también es un aspecto crítico para comprender a los UAPs” y recomienda que la NASA explore la viabilidad de desarrollar o adquirir un sistema de crowdsourcing para recibir reportes del público.
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