Ganarse el avión presidencial en una rifa ahora será más complicado, pues el presidente Andrés Manuel López Obrador quiere que el premio se divida entre 100 ganadores.
Pero, lo que posiblemente no pensó el mandatario es que, al tener más ganadores, lo que deberá entregar es el recurso y no el premio en especie, por lo que la venta seguiría en sus manos. Es decir, lo que no logró hacer en más de 14 meses, tendría que realizarla para poder entregar los premios en efectivo a los ganadores.
En la conferencia matutina de este martes, el tabasqueño dijo que analiza si se entrega el premio a un solo ganador o a 100, de ser la primera opción tendría sus restricciones. Entre ellas, que se especifique un monto para la venta para que no sea menor al avalúo, con esto aseguraría que se pueda realizar una rebaja, pero que no sea muy grande.
López Obrador dijo que le preocupa “el comportamiento de la persona que se saque un avión, (que) no tengo propósitos paternalistas, pero no me gustaría que alguien que de repente reciba tanto dinero destruya su vida o destruya la vida de sus familias, de su familia, y tengamos que cargar con eso”, señaló que por eso pensó en la división del premio.
La ventaja que sí tendría el ganador, es estacionamiento y los servicios de mantenimiento durante el primer año, gastos que también se obtendrían de la rifa.
Durante esta semana, López Obrador dijo, que se reunirá con empresarios para solicitarles su apoyo con la compra de cuatro millones de boletos, para que los repartan entre sus empleados o vean la manera de acomodarlos.
Los otros dos millones de boletos se venderán a través de la Lotería Nacional, porque señaló que alrededor de siete mil voceadores le enviaron una carta para expresarle su apoyo y ellos se encargarán de colocarlos, obteniendo un porcentaje de ganancia.
De la rifa se obtendrían tres mil millones de pesos, pero el avión está valuado en dos mil 400 millones de pesos, por lo que el resto alcanzaría para mantenimiento d un año, para pagar las comisiones y el porcentaje de los voceadores.
Boletos sin control
Lo que no se podrá, aceptó el presidente López Obrador, es tener el control de los dos millones de boletos de lotería que se venderán, por lo que, si un líder criminal o de la delincuencia organizada compra el “cachito” y se gana el avión, no podría hacer nada al respecto.
“O sea, es como cuando yo me tomo una foto con alguien, ni modo que le pida yo: ‘a ver, identifíquese, su Carta de No Antecedentes Penales’, pues yo me tomo la foto”, señaló.