Aunque la defensa de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán sostuvo al principio del juicio que su defendido no fue líder del Cártel de Sinaloa, Jesús ‘El Rey’ Zambada reconoció a Guzmán Loera como cabecilla de la organización y confirmó que el Cártel de Sinaloa sobornaba con regularidad a funcionarios de la Procuraduría General de la República y de la Policía Federal, a cambio de protección. ›El Rey es hermano de Ismael El Mayo Zambada y fue detenido en 2008, convirtiéndose en poco tiempo en testigo del gobierno estadounidense en el juicio que se realiza en Brooklyn, Nueva York. Se identificó este miércoles como un exsublíder del cártel y aseguró haber sido operador de un almacén en el Aeropuerto de la Ciudad de México donde se guardaba cocaína proveniente de Colombia. Las declaraciones de Zambada ocurrieron luego de que el martes 13 de noviembre, el abogado defensor de Joaquín Guzmán Loera, Jeffrey Lichtman, declaró que durante el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto y del exmandatario Felipe Calderón Hinojosa, se recibieron sobornos millonarios por parte de Ismael ‘El Mayo’ Zambada, declaraciones que el gobierno federal mexicano calificó de falsas y calumniosas. Hecho por el cual el juez federal estadounidense amonestó a la defensa legal del presunto narcotraficante por plantear argumentos indebidos. Sin embargo, dicha acusación en contra de las autoridades mexicanas no fue desestimada en el juicio. Jesús Zambada detalló este miércoles, de acuerdo a los medios estadounidenses que siguen el juicio, cómo opera la estructura criminal de Sinaloa. Por ejemplo, comentó, que un kilo de droga proveniente de Colombia al tocar tierra mexicana valía hasta 15 veces más, por lo que las ganancias se repartían a partes iguales, según el reporte de Noticias Telemundo, otro de los medios que estuvo presente en el juicio.
El corredor subterráneo construido por El Chapo servía para agilizar el contrabando de droga hacia Estados Unidos, al transportarla en carros que recorrían rieles”.
Fiscales a cargo del juicio de Joaquín Guzmán Loera
Entre las pruebas presentadas por los fiscales estadounidenses, se contó con un video donde se mostró un túnel secreto que se construyó en la frontera mexicana y que tenía como destino final una bodega en Arizona. Para ello, también declaró un testigo más, el agente de aduanas retirado de Estados Unidos, Carlos Salazar, quien narró los operativos que se realizaron en mayo de 1990 para describir el túnel presentado en video. A decir de Salazar, el corredor subterráneo tenía como longitud la mitad de un campo de futbol y era lo suficientemente amplio para que un hombre de un metro y medio y ocho pulgadas apenas y bajara la cabeza para recorrerlo. Describió que la obra contaba con luz eléctrica, en tanto que para acceder a él se contaba con un sistema hidráulico que levantaba un piso ubicado debajo de un mesa de billar. Para los fiscales dicha infraestructura servía para que Joaquín Guzmán Loera agilizara el contrabando de droga hacia Estados Unidos, ya que la transportaba por medio de carros que recorrían rieles, una especie de mecanismo parecido al que se utiliza en las minas. Los testimonios contra El Chapo continuarán los próximos días.