El comediante Franco Escamilla ha provocado una nueva ola de debate con su reciente comentario sobre el caso de la boxeadora argelina Imane Khelif. Khelif ganó notoriedad tras vencer en solo 46 segundos durante su combate en los Juegos Olímpicos de París 2024, luego de que su oponente, la italiana Angela Carini, se retirara prematuramente. Este resultado ha reavivado la discusión sobre la participación de atletas hiperandrógenas en eventos deportivos.
Khelif fue descalificada el año pasado en el Mundial de boxeo debido a niveles elevados de testosterona, lo que no cumplía con los requisitos del Comité Olímpico Internacional (COI) para la elegibilidad. Este hecho suscitó una considerable controversia, la cual se ha intensificado con el reciente triunfo de la boxeadora en los Juegos Olímpicos.
El comentario de Escamilla ha añadido otra capa a la controversia. El comediante expresó: “Hablando desde la ignorancia sobre el tema de la boxeadora con niveles altos de testosterona, me suena como quejarse de que tu rival en basquetbol o voleibol es más alto que tú. Hay gente que nace con ventajas, ni modo”.
Su declaración ha dividido opiniones, generando tanto apoyo como críticas en diversos sectores.
Esta situación recuerda otros incidentes similares, como la descalificación de la boxeadora taiwanesa Lin Yu-ting en un evento de la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), que fue expulsada del movimiento olímpico por problemas de gobernanza. Desde entonces, el COI ha asumido la organización del boxeo en los Juegos Olímpicos de París, en un esfuerzo por abordar estas controversias.
El debate sobre las reglas y regulaciones que afectan a los atletas con características hormonales específicas continúa, mientras el COI y otras organizaciones deportivas tratan de encontrar un equilibrio justo en la competencia internacional.