Elecciones 2024 ¡Águila o Sol!

7 de Agosto de 2025

Omar Hurtado
Omar Hurtado

Elecciones 2024 ¡Águila o Sol!

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El pasado 1 de marzo, el INE dio el banderazo de arranque para las campañas electorales del 2 de junio, en las que están en juego la presidencia de la República y 500 diputaciones y 128 senadurías. Las campañas concluirán el próximo 29 de mayo, en cuyas planillas a la presidencia está la candidata oficialista Claudia Sheinbaum; la opositora Xóchitl Gálvez y; un tercer nimio candidato, Jorge Álvarez, sin la mínima posibilidad de éxito.

Las muchas veces criticadas encuestas generalmente dan la delantera a la candidata oficial, pero como se dice en el béisbol “esto no se acaba hasta que se acaba”, y es verdad, en este momento esta realidad no se puede descartar. En las 32 entidades tendrán lugar diversos procesos electorales, incluyendo nueve gobernadores, con alrededor de 98 millones de electores y 20 mil cargos públicos.

De las elecciones legislativas se ha hablado menos, pero son tan importantes como la presidencial, contar con un Congreso de la Unión ético, decoroso y honesto es indispensable, con el fin de legislar en función del bienestar del Estado y no de los intereses personales de un líder. Aquí surge una interrogante, si realmente los candidatos elegidos cubren estas atribuciones o simplemente serán voceros presidenciales, como ha ocurrido en el autocrático oficialismo de hoy, a mano alzada y sin modificar una sola coma.

Si bien el INE dio inicio oficial a las campañas electorales el pasado 1 de marzo, a mi parecer la campaña de MORENA inició el mismo día en que se transmitió la primera conferencia matutina del presidente en Palacio Nacional, las “mañaneras”, el 3 de diciembre de 2018, instrumento de permanente promoción y manipuleo político por antonomasia. Fue muy obvia la designación presidencial de la candidata oficialista, al más puro estilo del “priismo” del Siglo XX y el ”Maximato”, del “Jefe Máximo de la Revolución”, Plutarco Elías Calles, afirman analistas, de gobiernos títeres y peleles. El tiempo dirá si el “delfín” y una eventual presidencia oficialista irá en ese sentido.

El tablero electoral no parece parejo. Entre los retos que afronta ha sido la figura del presidente que ha desempeñado un papel protagónico, con recursos oficiales, apoyo de gobernadores morenistas y la violación de leyes, en respaldo a su partido y candidatos; también se observa una negativa polarización política y electoral y un INE y un Tribunal Federal Electoral expuestos al debilitamiento en un contexto hostil; las pretendidas reformas legales impulsadas por el presidente amenazan violentamente a la vida democrática del país, incluido el Poder Judicial. La presencia del crimen organizado es otro de los factores que dañan el marco institucional electoral.

Todo parece indicar que ante el agresivo aparato del Estado, la debilidad de las autoridades electorales no podrán tener mucha resistencia a posibles irregularidades y retroceso democrático; ante los riesgos es necesario estar preparados a la compleja contienda que se avecina, todo en función de la democracia.

Deberemos estar atentos en no regresar al México del pasado, con un régimen autoritario y populista, centrado en la figura presidencial, de aquella época a la que Mario Vargas Llosa llamó la “dictadura perfecta”, con un sistema de partido político

hegemónico, con los poderes del estado al mando de un solo hombre, una democracia inexistente, medios de comunicación coartados y al servicio del Estado, un sistema de seguridad de represión y terror y una permanente corrupción que ha prevalecido hasta nuestros días. La moneda está echada al aire ¡águila o sol!