Células T, inmunidad duradera y contra variantes del SARS-CoV-2

20 de Mayo de 2024

Células T, inmunidad duradera y contra variantes del SARS-CoV-2

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Aunque los anticuerpos bajan tras las infecciones moderadas, la memoria para hacerlos queda almacenada

Dos investigaciones publicadas en esta semana dan buenas noticias sobre la inmunidad contra el coronavirus causante de la Covid-19, pues ambas contrarrestan la ya demostrada pérdida de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 que va ocurriendo tras la vacunación o las infecciones.

Por un lado, una investigación publicada en la revista Science encontró que las personas que están completamente vacunadas contra el SARS-CoV-2 no experimentan una disminución en la respuesta inmune de las células T, ni siquiera ante las variantes de preocupación B.1.1.7 (detectada por primera vez en Gran Bretaña) y B.1.351 (la dominante en Sudáfrica).

La respuesta de las células T es distinta a la de los anticuerpos, ya que estos detectan y neutralizan a los virus que circulan por el cuerpo, mientras que las células T detectan y destruyen a las células humanas que han sido infectadas por los virus y así evitan que estos se sigan reproduciendo. Si bien algunas variantes de preocupación, como B.1.351, tienen cierta capacidad de evadir a los anticuerpos, su susceptibilidad a las células T no es menor.

DATO. La respuesta de las células T es distinta a la de los anticuerpos, ya que neutralizan a los virus.

En el estudio participaron 121 trabajadores de la salud que recibieron la vacuna de ARN mensajero de Pfizer-BioNTech, lo que no necesariamente significa que los resultados se puedan extender a vacunas hechas con otras tecnologías, pues una de las particularidades de las de ARN es que hacen que sean nuestras propias células las que elaboran la proteína espiga del coronavirus, por lo que es posible que despierten mayor respuesta de las células T.

Por otra parte, un estudio publicado en la revista Nature encontró que, aunque los niveles de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 de las personas que han padecido Covid-19 moderado, decaen, en pocos meses, la memoria para generarlos permanece.

La memoria inmunológica a largo plazo se almacena en las llamadas células plasmáticas de médula ósea de larga vida, y los autores de esta investigación detectaron este tipo de células al menos 11 meses después de la infección sin que muestren decremento alguno.

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