De Paseo | Lourdes, el santuario de la fe

12 de Diciembre de 2024

De Paseo | Lourdes, el santuario de la fe

Lourdes santuario de la fe

Profeses o no alguna religión, creas o no en los milagros, visitar este rincón es transitar desde la arquitectura religiosa hacia una belleza salvaje

Ahora que se acerca la temporada de Cuaresma, considera un viaje al santuario de Lourdes en Francia, una opción oportuna e interesante. No importa si eres creyente o no, la experiencia de estar en este lugar te emocionará, quizás te llegue incluso a conmover, o seguramente te sorprenderá desde un punto de vista sociológico.

Además, el entorno boscoso y un río que alcanza un caudal extremadamente poderoso son de una belleza salvaje que hará inolvidable tu visita.

En el siglo VIII, durante la expansión omeya que cruzó los Pirineos desde al-Ándalus, esta parte de la Galia Aquitana fue ocupada.

En 778, el fuerte construido por los árabes sufrió el asedio de Carlomagno, rey de los francos. Según la leyenda, un día un águila dejó caer un pescado enorme a los pies del gobernante árabe, lo que él interpretó como un mal augurio.

Carlomagno envió a uno de sus obispos, quien logró convertir al cristianismo a este gobernante, que adoptó el nombre de Lorus. La localidad también tomó este nombre, que con el tiempo derivó en Lourdes.

Esta es una pequeña ciudad en los Pirineos occidentales. El bosque la rodea por completo, y durante el deshielo (mayo-junio), el río Gave aumenta considerablemente su caudal, poniendo en riesgo los puentes que cruzan sus márgenes.

A mediados del siglo XIX, Lourdes era una aldea con unos cuatro habitantes, en su mayoría pobres y sin educación. El 11 de febrero de 1858, una joven de 14 años llamada Bernadette Soubirous afirmó haber tenido una aparición de la virgen María en la gruta de Massabielle.

Entre ese día y julio, Bernadette experimentó 18 apariciones, y en una de ellas la virgen le pidió que hiciera procesiones a la gruta y construyera una capilla en ese lugar.

En torno a la gruta se erigió un santuario que incluye tres basílicas construidas en la segunda mitad del siglo XIX. De esta manera, Lourdes depende del turismo religioso, atrayendo alrededor de cuatro millones de visitantes al año.

Es el mayor centro de peregrinación católica en Europa y el segundo del mundo, después de la Basílica de Guadalupe. Ahora te contamos cuáles son los lugares que no te debes perder.

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Basílica subterránea

Cuando se acercaba el primer centenario de las apariciones, se decidió construir una nueva basílica para albergar a los visitantes del santuario. Esta se inauguró en 1958 y está dedicada al papa Pío X. El edificio está construido debajo del nivel del río. Su estructura es de hormigón y tiene una decoración mínima. Tiene forma elíptica y la bóveda está cubierta de pasto.

Basílica inferior

La Basílica del Rosario se construyó entre 1883 y 1899 como respuesta a la insuficiencia de la Basílica de la Inmaculada Concepción para recibir peregrinos, y se encuentra debajo de esta última.

Está influenciada por la arquitectura bizantina, y sus murales, tanto en el interior como en el exterior, están elaborados con mosaicos que imitan íconos. Esta iglesia impresiona por su belleza, además de los detalles y símbolos que alberga. La nave central cuenta con 15 capillas, una por cada misterio del rosario, presidida por un mosaico de estilo art nouveau que representa algún misterio. En el centro de la nave hay un domo, rematado en el exterior por una corona de espinas. El atrio de esta basílica puede recibir hasta 80 mil peregrinos. En este espacio exterior hay más capillas, aunque la más cercana a la basílica es la consagrada a la virgen de Guadalupe.

Visitar Lourdes es una experiencia única, incluso para aquellos que no profesan una religión. Presenciar las expresiones de fe y el flujo de personas que buscan milagros debido a sus padecimientos conmueve los sentidos y deja una profunda impresión.

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Castillo

Está construido sobre una montaña que domina el valle y el santuario de Lourdes. Posee una arquitectura defensiva que se remonta a más de mil años. Durante la mayor parte de su historia, funcionó como cárcel. En la actualidad, alberga el museo de arte y tradiciones populares de los Pirineos.

Basílica superior

La Basílica de la Inmaculada Concepción es un elegante edificio gris de estilo neogótico, erigido entre 1866 y 1871. Se sitúa directamente sobre la gruta, y para acceder a ella, se deben ascender dos enormes escaleras que ofrecen una vista panorámica del santuario. La fachada de la iglesia está rematada por una torre de 70 metros de altura.

Gruta de Masabielle

A un lado de las basílicas se encuentra la Gruta de las Apariciones, presidida por una imagen de la virgen. Más adelante, se hallan las piletas que recogen agua del manantial, de las cuales los peregrinos beben por considerarla bendita.

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