Una misión arqueológica egipcia descubrió la “ciudad antigua más grande de Egipto”, de más de 3 mil años, cerca de Luxor (sur).
El famoso egiptólogo Zahi Hawass anunció el descubrimiento de esta “ciudad dorada perdida” cerca de Luxor, donde está el legendario Valle de los Reyes.
“La misión arqueológica [...] descubrió una ciudad enterrada [...] que data del reinado del rey Amenofis III y que continuó siendo utilizada por el rey Tutankamón, es decir, hace 3.000 años”, afirmó la misión arqueológica en un comunicado el jueves.
Amenofis III, que ascendió al trono en 1.391 a.C, murió en el año 1.353 a.C. En la ciudad se hallaron objetos, como joyas y piezas de cerámica con su sello, que permitieron confirmar la datación, precisa el texto.
Se trata “de la ciudad antigua más grande de Egipto”, según Hawass, citado en el comunicado.
La misión empezó sus excavaciones en septiembre de 2020 entre los templos de Ramsés III y Amenofis III, cerca de Luxor, a unos 500 km al sur de El Cairo.
Betsy Bryan, profesora de arte y arqueología egipcia de la Universidad Johns Hopkins, dijo que el hallazgo era el “segundo descubrimiento arqueológico más importante desde la tumba de Tutankamón” hace casi un siglo, según el comunicado.
En las excavaciones aparecieron objetos de joyería, así como vasijas de cerámica de colores, amuletos de escarabajos y ladrillos de barro con sellos de Amenofis III.
“Muchas misiones extranjeras buscaron esta ciudad y nunca la encontraron”, dijo Hawass, exministro de Antigüedades.
“En unas semanas, para gran sorpresa del equipo, empezaron a aparecer formaciones de adobe”, dice el comunicado. “Lo que desenterraron fue el emplazamiento de una gran ciudad en buen estado de conservación,con paredes casi enteras y habitaciones llenas de herramientas de la vida diaria”.
Tumbas llenas de tesoros
Tras siete meses de excavaciones se han descubierto varios barrios, entre ellos una panadería con hornos y cerámica de almacenamiento, así como distritos administrativos y residenciales.
Amenofis III heredó un imperio que se extendía desde el río Éufrates, en los actuales Irak y Siria, hasta Sudán, y murió en torno al año 1354 a.C., según los historiadores de la antigüedad.
Gobernó durante casi cuatro décadas, un reinado conocido por su opulencia y la grandeza de sus monumentos, incluidos los colosos de Memnón, dos enormes estatuas de piedra cerca de Luxor que lo representan a él y a su esposa.
“Las capas arqueológicas han permanecido intactas durante miles de años, dejadas por los antiguos residentes como si fuera ayer”, dice el comunicado del equipo.
Bryan dijo que la ciudad permitirá “ofrecernos una visión global inusual de la vida de los antiguos egipcios durante las horas más fastuosas del Imperio [Nuevo]”.
El equipo se mostró optimista ante la posibilidad de que aparezcan más hallazgos importantes, y señaló que habían descubierto grupos de tumbas a las que se llegaba a través de “escaleras talladas en la roca”, una construcción similar a las encontradas en el Valle de los Reyes.
“La misión espera descubrir tumbas intactas llenas de tesoros”, añade el comunicado.
Después de años de inestabilidad política tras la revuelta de la Primavera Árabe de 2011, que supuso un duro golpe para la industria turística egipcia, el país busca recuperar a los visitantes, en particular promocionando su patrimonio antiguo.
La semana pasada, Egipto transportó los restos momificados de 18 antiguos reyes y cuatro reinas a través de El Cairo, desde el emblemático Museo Egipcio hasta el nuevo Museo Nacional de la Civilización Egipcia, en una procesión bautizada como el “Desfile Dorado de los Faraones”.
Entre los 22 cuerpos se encontraban los de Amenofis III y su esposa, la reina Tiy.