El cónclave en Bucareli

Discreto, para que no circulara la información, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, convocó a todos, o casi todos, los aspirantes a la candidatura al gobierno del estado de México. Ahí estaban los punteros en las encuestas, Alfredo del Mazo y Ana Lilia Herrera, los que quieren y saben que no pueden, Carolina Monroy y Carlos Iriarte, y quien se adelantó, como Ernesto Nemer. A todos ellos, dijo el secretario, los exhortaba a que mantuvieran la unidad una vez que se decidiera a quién abanderará al PRI en un hecho que a varios sorprendió que él encabezara. Fuera de la invitación quedó el secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, quien ha mandado decir que él también está en la contienda. Don Miguel Ángel no lo consideró ¿o sí y ese fue el mensaje? Navarrete Prida no es pariente del Presidente, como Del Mazo o Monroy, y por proximidad marital Nemer, ni tampoco es hechura del inefable exgobernador Arturo Montiel, como Herrera e Iriarte. ¿Será que Navarrete Prida es el señalado por el dedo presidencial? Se resolverá en unos pocos días, pero los nervios brincan por todos lados entre quienes aspiran y quienes operarán la campaña en el Estado de México, donde existe la coincidencia en que tras el gasolinazo cambió la ecuación electoral, y lo que parecía una batalla difícil, pero ganable, se ha convertido en una pesadilla donde los estrategas del PRI ya vieron en el horizonte la posibilidad de derrota.