“El Presidente nos quiere llevar al México de hace 60 años”: Leonardo Valdés

—¿Cómo llegan nuestras instituciones democráticas a la contienda electoral de 2024?

—Yo diría que llegan consolidadas en términos institucionales porque ambas, INE y TEPJF, son instituciones que ya tienen un largo recorrido institucional. En ambos casos han desarrollado toda una experiencia en un sentido de acumulación de conocimiento, de profesionalización de su personal, tanto para organizar las elecciones, como para conocer de los reclamos que se presentan siempre en los procesos electorales.

“Le pueden generar a la ciudadanía y a los actores políticos confianza de su correcto desempeño. No obstante, las dos instituciones están coyunturalmente enfrentando situaciones complejas. En el caso del tribunal en virtud de que no está completo su sala superior, y no solamente la sala superior sino tampoco las salas regionales y eso impone situaciones difíciles de operación, porque sin tener la conformación completa de todas maneras tiene que resolver los litigios, y aun cuando en el caso del tribunal quien preside la sala superior y las salas regionales tienen voto de calidad para resolver esos litigios, se hace muy complicado el procesamiento de los asuntos.

“En el caso del INE sí llega bien integrado y el propio INE ha hecho su trabajo para que los oples estén debidamente integrados. Por la reciente renovación del Consejo General están vacantes la Secretaría Ejecutiva y la mayoría de las direcciones ejecutivas, coordinaciones de las unidades técnicas, que, si bien pueden funcionar con encargados de despacho, lo cierto es que tampoco es lo óptimo porque el proceso electoral es muy demandante, exige de concentración y de mucho esfuerzo. Tengo la impresión de que ahí sí hay un déficit en términos de la construcción de los consensos necesarios para que su cuerpo ejecutivo esté debidamente integrado.

“¿Eso pone en riesgo el proceso electoral? Yo diría que no, porque la operación del instituto se realiza por el servicio profesional electoral, que ese sí está bien integrado y por los órganos desconcentrados, los consejos locales y distritales. Tampoco hay que desconocer que el servicio profesional electoral tiene una gran experiencia y está capacitado para llevar a buen puerto el proceso electoral.

—¿Hay riesgo de una elección de Estado?

—Desde 2007 se estableció que los funcionarios públicos no deben intervenir en los procesos electorales y menos aún deben desviar el presupuesto públicos para apoyar campañas. Yo a veces pienso que se usa ese concepto de manera retórica para decir que hay una intervención indebida de estructuras gubernamentales. Yo creo si los partidos que lo denuncian tienen pruebas, pues deben de proceder en términos de la ley para que las autoridades tomen cartas en el asunto y si se prueba, se sanciona.

—¿Hay condiciones para que se diriman pacíficamente las diferencias y haya resultado aceptado por todos?

—Lo que hemos vivido hasta hoy en México tendería de decir que sí, hemos vivido no pocas elecciones conflictivas que han llegado a los tribunales y al final de los litigios los actores políticos han acatado las resoluciones del tribunal electoral.

“Si se percibe una elección competida, que hay dos proyectos bastante fuertes que están enfrentados, cada uno constituido por una coalición, las dos coaliciones más competitivas están replicando sus alianzas no solamente en las elecciones federales, sino en las locales, en la mayoría de las 9 entidades donde se va a elegir gobernador y en las 29-30 que se van a elegir presidentes municipales, se va a replican las coaliciones nacionales, y esto va a hacer que la intensidad de la competencia en lo local sea tan grande como le está siendo en lo federal. Se enfrentan dos coaliciones competitivas”.

—¿Qué opina del contenido del proyecto de reforma electoral?

—Me parece que es un gran retroceso. Lo que hemos vivido en ese largo proceso —que para el INE es el año 90 y para el tribunal empieza en el año 96— ese proceso de consolidación que hoy nos permite decir que estamos llegando a un proceso electoral con instituciones consolidadas, pues se tira a la basura, porque el diseño de gobernanza electoral que está detrás de la propuesta es refundar a las autoridades electorales con esta fórmula de selección popular de los consejeros y de los magistrados. Me da la impresión de que esa propuesta atenta contra el proceso de institucionalización democrática y que tanto trabajo nos ha costado y tanto esfuerzo.

“El presidente de la República piensa que ese es el panorama que tendría que asumir el país, a mí me parece que sería un retroceso democrático, porque quienes pudieran ganar en las elecciones para ser consejeros, magistrados o ministros, pues serán aquellos que sean más populares, y como el Presidente presentaría candidatos igual que los órganos legislativos, pues se puede suponer que los más populares serán los propuestos por la presidencia y no por los órganos legislativos, o sea, que es una elección más o menos anunciada, ganarían los candidatos propuestos por el presidente de la República.

“Toda la independencia y autonomía por la que luchamos se fue obteniendo poco a poco para tener equilibrios, tener un mejor funcionamiento del sistema democrático, se iría a la basura. Es una propuesta que difícilmente puede pasar porque las fuerzas políticas tienen memoria histórica, entonces no veo a las oposiciones votando a favor de estas reformas, los números no le dan al partido Morena y sus aliados.

“Me preocupa más la eliminación total de los plurinominales en la cámara de Diputados regresar a un sistema de 300 diputados y 64 senadores electos por mayoría relativa, quitando al senador de primera minoría. A lo que nos está convocando el presidente de la República es a un sistema legislativo como el que teníamos antes de 1963, o sea, nos lleva muy atrás. En 1963 por primera vez se modificó la Constitución para que entraran los diputados de partido que era una figura para que las oposiciones a pesar de perder en todos los distritos pudieran tener alguna representación en la cámara de diputados; eso fue evolucionando hasta lo que tenemos hoy que es la integración mixta con mayoría relativa con representación proporcional para que en los órganos legislativos esté representada la pluralidad política.

“Pareciera que el Presidente quiere que regresemos a aquella etapa del PRI que ganaba todos los distritos y todos estados y entonces era el único partido que tenía diputados y senadores. Claro eso es muy cómodo cuando se es presidente, porque asegura la mayoría calificada para modificar la Constitución a su antojo, pero eso ya no se llama democracia, se llama autoritarismo y lo vivimos muchos años en este país, y lo logramos superar pacíficamente y sería gravísimo que tuviéramos que regresar a esa situación.

—¿Deberían desaparecer los oples y los tribunales?

—Me da la impresión de que esa es una visión muy de político que no sale de la CDMX, como de político chilango, que piensa que México es del tamaño de la Ciudad de México. Los estados de la República son más complejos. Por ejemplo, en Puebla la elección implica a 217 municipios y en esos 217 municipios hay una pluralidad de opciones, algunas forman parte de la estructura de los partidos políticos nacionales, pero que tienen dinámicas muy diversas.

“Una autoridad nacional para hacerse cargo de esas elecciones tan complejas, pues tendría que absorber a las estructuras de los oples, entonces esto de desaparecer a los oples para que el INE se haga cargo de las elecciones locales se tendría que leer como absorción de las estructuras locales por parte del INE para poder operar las elecciones locales, y si el planteamiento es ahorrar el dinero, pues déjenme decirles que a lo mejor va a salir más caro porque el tamaño del INE va a crecer impresionantemente.

“Me da la impresión de que esa propuesta no se hace cargo del mosaico político tan abigarrado que es México y que se vive con mucha intensidad en los estados de la república, una sola autoridad hacerse cargo de todo tendría que ser una autoridad gigante y al final del día saldría más cara que lo que salen ahora los presupuestos del INE y los oples.

“Y los tribunales electorales locales también juegan un papel muy importante. No es cierto que todos los litigios locales acaban en la sala superior, hay muchos litigios que se resuelven lo local, los más álgidos, que tienen que ver con las gubernaturas o las capitales o la integración de los Congresos locales a veces terminan resolviéndose en la sala superior del TEPJF, pero así es nuestro diseño institucional”.

—¿Qué papel jugará el crimen organizado en estas elecciones?

—Es un tema muy complejo. Una dimensión es la que tiene que ver con las candidaturas. Creo que a nivel nacional no hemos observado todavía que el crimen organizado intervenga en la postulación de candidatos a diputados a senadores, menos a presidente de la República.

“Tampoco tenemos registro de que eso haya sucedido para el caso de la gubernaturas, pero sí hay denuncias sólidas de intentos de intervención en la postulación de candidatos a las presidencias municipales, lo que hace lógica porque el ámbito de acción del crimen organizado es un ámbito muy territorial y justo la autoridad territorial es la presidencia municipal.

“Si el crimen tiene capturado al presidente municipal, pues busca que éste designe a un jefe de policía que permita operar el crimen organizado. Ese fenómeno se tiene que enfrentar, pero no es la autoridad electoral la que lo tiene que enfrentar, porque no tiene facultades ni recursos. Los gobiernos son los responsables, el federal y los de los estados. De hecho, nuestra legislación establece protocolos para darle seguridad a los candidatos y candidatas de todos los niveles, y hay mecanismos en los que sí intervienen las autoridades electorales, porque son los que reciben las solicitudes de los partidos para que se despliegue esa actividad de protección y seguridad para los candidatos, pero los responsables de esos operativos son las autoridades de los estados y del gobierno federal”.

—¿Somos más democráticos o menos democráticos que en 2018?

—Llegamos al proceso electoral más grande de la historia de nuestro país con instituciones de la democracia electoral suficientemente consolidadas, con representación del pluralismo político en nuestros órganos legislativos y con un Poder Judicial que ha decidido jugar de contrapeso en el marco constitucional para defender a nuestra Constitución, lo cual implica defender a nuestra democracia.

Creo que nuestra población ha ido avanzando en términos de su cultura democrática, de su cultura cívica, que el pluralismo sigue vivo en nuestra sociedad, y que los ciudadanos y las ciudadanas van a ejercer su derecho al voto respaldando con ese ejercicio a las instituciones democráticas.

Creo que el pluralismo va a seguir expresándose y ya será cuestión de la próxima administración y de la conformación de los órganos legislativos reaccionar al mensaje que nos mande la sociedad con su participación, y tratar de ir construyendo los consensos en aquellas cuestiones que son importantes para la viabilidad del país y para la vida cotidiana de los ciudadanos.

Yo creo que la próxima administración tendrá que concentrarse en resolver por lo menos cinco cuestiones que son fundamentales para que nuestro país siga existiendo y siga desarrollándose, pero también para que nuestra vida cotidiana se desarrolle en mejores términos: seguridad, salud, educación, disponibilidad de agua y gobernanza.

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