Tras unos pocos días de vacación, unos momentos de reflexión...
Cuando me había dicho que volvería a escribir sin que ningún motivo me impidiera pura sobriedad fantástica como bastidor de ficciones liberadoras para alcanzar la felicidad libertaria, me encuentro a bocajarro con las deliberaciones del “INE”...más bien las seudo-argumentaciones de la chimoltrufia que acepta “si fueron graves y sistemáticas las violaciones de la ley por parte del “verde” pero como no encontraron en la legislación referencias claras de lo que eso signifique decidieron por mayoría hacer la apología de la “manga ancha” y en patética huida hacia adelante no aplicaron la sanción que la ley contempla para esas innúmeras y contumaces violaciones por parte de esa verde franquicia familiar, haciendo del Estado de Derecho un terminajo que suena a burla o vacilada y un monumento al absurdo patológico con el cual se ratifica que no somos un país de leyes.
Regreso pues involuntariamente al planeta de los simios cuando la calma del verano es ideal para la parsimonia, para el balance emocional que impulsa el sentido gregario, el ensamble consistente de pertenencia a una familia e impregnado todo por la impronta de caminar entre la espesura de los pinos con la serena vista de un lago en lontananza , de repente todo cambia...Obvio nada es eterno y debemos volver a la realidad cotidiana...obligado por esa acidez como de limón en tamarindo no puedo eludir y tengo que abordar la claudicante auto indulgencia del “INE” orlado de esa irresponsabilidad propia del contorsionista que para exculpar al “verde” narcisista se aferró a una verborragia sin asidero legal y contra las ronchas supurantes que ese proceder y gran malestar produjo, asi como el escozor y el prurito insoportable infligido a la sociedad mexicana con esa aberrante resolución, el “INE” y el “verde” danzan en una parodia inmunda apurando de la misma copa el bálsamo del cinismo.
Las excusas del “INE” para no sancionar ejemplarmente a un “verde” contumaz, ominoso, burlón y perturbador son del todo inverosímiles e indignantes pues no le bastaron los artículos 94 de la Ley general de partidos políticos ni el 456 de la Ley general de procedimientos electorales que señalan claramente como causal para la pérdida del registro “la violación de manera grave y sistemática de la normatividad electoral” y si desdeñó, si no le importó ni la gravedad ni la sistematicidad de esas violaciones dejó clara la invitación al mismo “verde” transgresor delincuencial a otros ciclos de terror y caos en los comicios del 2016 y del 2018 mismos que por esos nefastos derroteros impuestos ahora por el “INE” podrán ser infortunadamente tumultuosos, frenéticos y turbulentos.
Entre la prístina obligación de acatar y aplicar la ley el “INE” prefirió salirse por peteneras y tirar al monte para rumiar que “no hay razón en esas leyes porque ya están desgarradas por el verde” y le es preferible ahora al elefantiásico y costosísimo y mastodóntico “INE” vivir con ese estigma y en un universo paralelo cuántico por su extrema pequeñez moral , encerrado en ese su nuevo capullo de alucinación astral pasando fácil de lo sagrado de cumplir y aplicar la ley a lo profano de órdago que deriva de la antítesis por no cumplirla.
Estrechez y sesgados criterios hacen de las leyes fantasía...
¡Orto y ocaso inmediato!...nació muerto el “INE” y el cuerpo inerte yace en una jaula de la madriguera de los “verdes”...sus consejeros mayoritearon erigiéndose en sumos sacerdotes de la ilegalidad, de la impudicia y de la impunidad haciendo del verde/INE vasos comunicantes para la transa y otro ritual homicida de la larvaria democracia mexicana.
El “INE” vació de contenido las leyes electorales con esa confusa, rebuscada e incoherente resolución y le dio tramposamente un sentido abstracto y figurado a la categórica expresión legal “grave y sistemática” y así soslayar amañadamente la verdad legal usando para ello un lenguaje enrevesado plagado de eufemismos, contradicciones y autocensura embarullando así todo el contexto electoral convirtiéndose en babélica torrecilla de farfullantes sonidos guturales inconexos para exculpar al “verde” manipulando dolosamente los textos legales y reiniciando con esa gravosa e injuriante resolución otro ciclo de astrosa negatividad totalmente ajena al derecho positivo.
Es sin duda alguna otro catalizador de la furia social la inexistencia de la seguridad jurídica y el total desdén por la certeza legal...
¡ Incontestable también que sin un sistema de Justicia imparcial este país está condenado a la barbarie!
Así y con esos devaneos insolentes del “INE” nada nuevo puede ser posible en esta nación.
Lo que nos dice el “INE” con esa resolución carente de objetividad, de honradez, de equidad y de imparcialidad es que en principio solo es un costosísimo cascarón sin contenido democrático, simple azuzador de prácticas delincuenciales, que no es ni por asomo "árbitro imparcial” y también nos dice con claridad que hoy para sus consejeros el marco legal no vale y que la sociedad mexicana debe dejar para después, para más tarde o para nunca el verdadero imperio de la ley.
Es tanto el desparpajo y él galimatías autoexculpante del “INE” que mientras que por una parte dice ingenuamente “no encontrar criterios en la legislación electoral para determinar la gravedad de una conducta ilegal grave y sistemática que implique la pérdida del registro para un partido” y con disimulo dejar abierta la posibilidad de otra reforma Constitucional y otro “chorizo cascabelero” para que le definan hasta la minucia cuando “no se abarata ni queda demasiado bajo su listón” para retirar ese registro; pero por otra parte y sin saber de qué alforja sacan con extrema desfachatez , inventan funciones sentimentaloides y facultades extrañas sin sustento donde maternalmente y para hacer más pasmoso el contubernio alega que no le retiró el registro porque debía proteger a los militantes, a los simpatizantes y a los votantes de la malhadada, corrosiva y hedionda franquicia electorera de la familia González.- Diría el egregio Catón: Hágame el refabrón cavor.
Quedó claro que el “verde” con la complicidad del “INE” introdujeron al país en otra “zona de desastre” adicional al de la violencia, la criminalidad, el desempleo, la pobreza y de la enorme desigualdad...
Asimismo quedó claro que con la Reforma Político Electoral el país entró en la última fase de la corrupción, de los abusos de todo tipo, la descomposición, el cinismo y el pisoteo de la Ley misma que en los hechos es solo tinta sobre papel...
Evidenciado también que esa reforma electoral a-fuer de regresiva y en extremo centralista, significa un mayor lastre para las precarias finanzas públicas hoy asediadas por caída de la producción y los precios del petróleo, la deuda pública, el déficit y la pérdida de las reservas Internacionales incrementadas por una estéril “defensa” de la paridad cambiaria; un mercado interno desplomado por una economía estancada y por todo ello resulta un agravio infamante seguir despilfarrando miles de millones de pesos para los inútiles, costosos y deplorables adefesios denominados “INE”, “TRIFE” y “FEPADE” que imbricados son un amplio círculo de corrupción.
Habida cuenta de ello y ante la hipótesis poco probable de que las multas a los partidos infractores (se pagan con los mismos impuestos a la población) los disuadan en el 2016 ni en el 2018 y mucho menos cuando el “TRIFE” las reduce a contentillo de las arrogantes cúpulas partidistas, todo lo cual hace presumir caos, colapso y hecatombes en los próximos comicios de tal suerte que el “ZEN” de la democracia, que es en ciertas doctrinas esotéricas meditación para la sabiduría y la liberación por la perfección para acceder al nirvana, aquí y extrapolado intuitivamente ante el amasijo de intereses y la barbarie antidemocrática solapada, significa lisa y llanamente “abróchense los cinturones y agarrenZEN” para hacerle frente a las turbulencias y al ardiente polvorín que sobrevendrá en los futuros procesos electorales.
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