Entre enero y septiembre de 2021, periodo en el que México experimentó las dos mayores olas de contagios y fallecimientos por Covid-19, las autoridades de salud incurrieron en un subejercicio presupuestal superior a los 28 mil millones de pesos.
Una investigación realizada por el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados señala que las dependencias que incurrieron en esta práctica —inusual para haberse registrado en medio de una emergencia sanitaria— son el ISSSTE, con 22 mil 193.6 millones sin ejercer, y la Secretaría de Salud, con 5 mil 989.3 millones.
El reporte identificó que el mayor monto de los subejercicios tienen que ver con la partida “Subcontratación de servicios con terceros”, es decir, aquella con la que se realizan las erogaciones para medicamentos, servicio médico, hospitalario y de laboratorio cuando no es posible atenderlos de manera directa por la propia dependencia o entidad.
Realizado con el nombre “Subejercicios enero-septiembre 2021. Ramo 12 Salud, IMSS e ISSSTE y su Previsión de Gasto 2022”, el estudio advierte que los subejercicios “pudieran estar relacionados con procedimientos administrativos que inciden en el retraso de la entrega oportuna de tratamientos médicos, así como de la realización de diversos estudios de laboratorio y radiológicos a la población usuaria de servicios de salud pública”.
Carencias. El sistema de salud incurrió en subejercicios a pesar de la falta de equipo y la necesidad de vacunas.
En el caso de la Secretaría de Salud, los mayores subejercicios se detectaron en el Programa de Vacunación, con mil 848.7 millones de pesos sin gastar en la adquisición de medicinas y productos farmacéuticos, fenómeno que contrasta con la urgencia de vacunar a la mayoría de la población contra el nuevo coronavirus.
La investigación del CEFP identificó que la Secretaría de Salud dejó de gastar mil 315.6 millones de pesos en subcontratación de servicios con terceros; 876.6 millones en creación de plazas, y 205.3 millones en materiales, accesorios y suministros médicos.
De las tres instancias analizadas, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no sólo agotó el presupuesto asignado, sino que tuvo un sobreejercicio por 3 mil 681.5 millones de pesos.