Envejecer borra diferencias sexuales en el cerebro

19 de Abril de 2024

Envejecer borra diferencias sexuales en el cerebro

ENVEJECER-

Lo que suceda en los cerebros de las moscas de las frutas puede parecer intrascendente, sin embargo, el fenómeno podría suceder en otras especies

Conforme envejecen, los cerebros de las moscas de la fruta van perdiendo las diferencias que tienen entre machos y hembras; aunque los cerebros masculinos se feminizan en mayor medida que los cerebros femeninos se masculinizan.

Esta es la conclusión principal de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Linköping y que se publica hoy en la revista Proceedings of the Royal Society of London B.

Lo que suceda en los cerebros de las moscas de las frutas puede parecer intrascendente para la mayoría de los seres humanos, sin embargo este nuevo hallazgo resulta interesante porque el fenómeno podría suceder en otras especies.

El punto de partida de la investigación fue el hecho conocido de que los individuos más débiles de una especie no pueden darse el lujo de “invertir” sus recursos biológicos en comportamientos sexuales como lo pueden hacer sus congéneres más sanos; sin embargo, no se ha demostrado que esto suceda también con la debilidad provocada por el proceso de envejecimiento.

La investigación se centró en la expresión de los distintos genes, no en las morfologías cerebrales y mucho menos en las funciones; como las moscas de la fruta han sido el principal modelo de estudios genéticos durante décadas, sus genes y expresiones se conocen muy bien.

Así que lo que se encontró en la investigación fue que si la expresión de un determinado gen (es decir, la generación de la proteína para la cual tiene la información) es mayor en el cerebro de las hembras jóvenes que en los machos jóvenes, entonces en las hembras de mayor edad esa expresión se ve reducida; también sucede el fenómeno equivalente en los genes de los machos.

Los estudios similares que se han hecho en otros animales, incluidos los humanos, son menos amplios, pero sus resultados apuntan en la misma dirección. Esto indica que lo encontrado en las moscas de la fruta podría aplicarse a muchos otros animales.

“Si sigues invirtiendo como antes en la reproducción cuando envejeces, no te queda energía para sobrevivir”, dice Urban Friberg, de la Universidad de Linköping y líder del estudio.