Estados Unidos se prepara su fuerza para un escenario de guerra en 2030. El Estado Mayor Conjunto presentó este escenario ante el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, y fue el general Mark A. Milley quien advirtió que el mundo “se está volviendo más inestable”, y “el potencial de un conflicto internacional significativo entre las grandes potencias está aumentando, no disminuyendo”.
En la sesión con los legisladores, los encargados de la planificación estratégica de protección y defensa de los intereses estadounidenses, explicaron que se hará una reorganización de sus capacidades, amplificando su despliegue a cargo del Comando Indo-Pacífico de Estados Unidos, y cuyo campo de acción se ubica en las aguas internacionales con México.
El secretario de la Defensa, Lloyd J. Austin III, explicó que si bien Rusia ocupa los titulares, China es la mayor preocupación para el Departamento de Defensa. Por eso, del presupuesto que están solicitando para 2023, se incluyen 6 mil millones para la iniciativa de disuasión del Pacífico, esta región.
“Por eso estamos realineando nuestra postura en el Indo-Pacífico hacia una huella más distribuida. Vamos a mejorar nuestra postura de fuerza, infraestructura, presencia y preparación en el Indo-Pacífico, incluida la defensa antimisiles de Guam. Y es por eso que estamos haciendo inversiones en áreas clave como el dominio submarino, la modernización de aviones de combate, y armamento avanzado, incluido el ataque hipersónico”, expuso.
Estos cambios, explicó al Comité el general del ejército Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto, justifican el presupuesto de Defensa de 773 mil millones de dólares, que permitirá al Ejército manejar “las misiones hoy y también prepare la fuerza para las posibles batallas de 2030 y más allá”.
“El carácter de la guerra está cambiando –añadió Milley–, y las fuerzas armadas de Estados Unidos deben estar preparadas para enfrentar los desafíos que emanan de ella”. Identificó el general a China como el desafío que marca la pauta para el ritmo de crecimiento y reorganización para las estrategias militares estadounidenses en todos los ámbitos de la guerra, tierra, mar, aire y el ciberespacio.
“Estados Unidos se encuentra en un punto de inflexión geoestratégico muy crítico e histórico”. Y añadió, en lo que fue una sesión de varias horas: “necesitamos seguir una estrategia clara para mantener la paz con la capacidad inequívoca de fuerza en relación con China o Rusia”. Estados Unidos, respondió Austin a los legisladores, es una potencia mundial y debe estar preparado para las amenazas que no respetan las fronteras, desde las pandemias hasta el cambio climático.