La creciente ola de feminicidios en Kenia generó un llamado a la intervención del gobierno hacia grupos de derechos humanos y activistas.
Femicide Count Kenya, organización que documenta casos de mujeres asesinadas, reveló que el año pasado hubo 152 feminicidios en el país.
La cifra más alta en cinco años, a pesar de leyes y políticas sólidas contra la violencia de género, muestra un desafío persistente en su implementación.
Audrey Mugeni, de Femicide Count Kenya, describe la situación como una “crisis nacional”, resaltando la insuficiencia en la protección de las mujeres.
Las recientes atrocidades, como el asesinato brutal de Starlet Wahu, de 26 años, el 4 de enero, han sacudido a la sociedad.
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Wahu fue apuñalada por un hombre vinculado a una red criminal que usa plataformas de citas en línea para extorsionar y cometer violencia sexual.
A inicios de año, se reportaron cuatro casos de feminicidio, pero la cifra podría ser mayor, según representantes de Femicide Count Kenya.
Incluso la sociedad ha expresado su indignación en redes sociales mediante los hashtags #StopKillingWomen y #EndFemicideKe.
También han surgido debates que culpan a las víctimas y discusiones sobre la seguridad en alquileres a corto plazo.
El feminismo en Kenia critica culpar a las mujeres, desviando la atención del problema central: la violencia de los hombres.
Femicide Count Kenya criticó la inacción del gobierno, exigiendo una aplicación más rigurosa de la ley y rendición de cuentas.
La ONG de derechos de las mujeres se unió a las demandas para responsabilizar a los perpetradores de feminicidios.
En respuesta, movimientos feministas organizan protestas este mes para exigir medidas concretas y poner fin a la escalada de feminicidios en Kenia.
Este patrón alarmante urge a una acción inmediata para proteger la vida y derechos de las mujeres.
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