“Esta ley se fijó en el rumbo correcto, pero tuvo una salida en falso”, aseguró esta mañana en la COP15 Levi Sucre sobre la norma aprobada en la Unión Europea que prohíbe la compra de productos agrícolas que hayan sido cultivados en tierras deforestadas; aunque, tanto él como otros representantes de organizaciones de la Global Alliance of Territorial Communities, hicieron mención de varias “salidas en falso”.
Sucre, originario de Costa Rica, habló en la Conferencia de las Partes de la ONU sobre Biodiversidad (COP15) como representante de la Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques, de la cual forma parte la Red Mexicana de Organizaciones Campesinas Forestales (Red Mopar), y mencionó lo que considera tres fallas de origen de la ley.
La primera es que deja los derechos de los pueblos indígenas sólo en los marcos jurídicos nacionales. “Es claro que en nuestros países es débil la justicia”, la defensa de los derechos de los pueblos indígenas, “y por eso siempre acudimos a lugares como estos, como las COPs, como las cumbres, porque es aquí donde realmente nosotros podemos reclamar un derecho”.
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Otra de las fallas de origen de la ley, dijo Sucre, es que deja abierta la posibilidad de que se cultive en tierras deforestadas por medio de incendios provocados, e incluso añadió que podría “provocar una ola de incendios dirigidos”, pues se puede alegar que cierto terreno no era bosque sino tierra degradada.
Por su parte, Fany Kuiru de la Coordinadora de la Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica, dijo: “Acogemos con entusiasmo esta nueva ley de lucha contra la deforestación; sin embargo, tenemos que sugerir que no sea solamente esta ley, sino que ojalá existan más leyes que protejan los derechos humanos, los derechos de los territorios, de la biodiversidad, de los bosques”.
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