Hace poca más de seis semanas, se tuvo la confirmación de que en Sudáfrica habían detectado una nueva variante del SARS-COV-2, esta variante de Covid-19 presentaba un gran reto ya que el vector de contagio es más acelerado que el del virus original y el de Delta, aunado a que no necesariamente las vacunas abarcan inmunidad contra esta variante. En breve tiempo Sudáfrica logró controlar ese brote, sin embargo, Ómicron, ya había viajado a Europa y América.
La evolución y mutación de la Covid-19, que va por su tercer año de pandemia, ha puesto a prueba a la ciencia y la humanidad. El problema es que el aprendizaje y los recursos tienen diferenciales de tiempos, sin duda una pandemia pone a prueba a los funcionarios y al Estado (gobierno, población y territorio). Ómicron, es altamente contagiosa, ha puesto ya de cabeza a Canadá y en el país vecino del norte, tiene estados como el de Nueva York con un récord de contagios; pero México también registró el récord de contagios por día, con treinta mil, muestra clara de analizar el problema como de seguridad nacional.
Una muestra de la falta de consciencia y control fue ver en el pasado periodo vacacional las playas y otros lugares calificados como destinos turísticos se presentaron llenos, evidentemente a mucha gente se les transporta en aviones y una de las líneas aéreas de México presentó la cancelación de más de 40 vuelos la semana pasada, ello por tener un sin número de tripulaciones contagiadas de Covid-19 sin que se tenga la certeza de ser Ómicrones; ya que las pruebas que se aplican no dan la variante.
Quizá debemos pensar en extremar medidas como el pedir el certificado de vacunación, en espacios públicos, la obligación del uso de doble cubrebocas, etc. Ya que además Francia ha notificado a la OMS una nueva variante del Covid-19 conocida como B.1.640.2 y se está presentando influenza y catarro común con SARS-CoV-2, así que eso no es un resfriado leve, como muchos quieren creer.
De forma y fondo, Ómicron debe ser tomado con seriedad, el refuerzo de la vacuna ayuda, pero no es lo único que se debe hacer; regresar a lo básico, como en algún momento lo escribí en este espacio, se convierte en indispensable. Por suerte México no tiene tan fuerte el movimiento antivacunas, pero no debemos de dejar de lado quizá la necesidad de auto restringir el tránsito, o bien el realizar pruebas, lo cual no es muy viable ya que se encuentran agotadas y ello representa un alto costo; por eso es que desde el descubrimiento en China de la Covid-19 se debe de tratar como un tema de Seguridad Nacional, es necesario que todos seamos conscientes de lo que ello implica.
Nota al pie de página:
Es muy probable que ante la falta de personal en la Fiscalía General de la República, se repita la fórmula de finales de los 90’s, ya sea con un convenio con la Sedena o bien con la Guardia Nacional, que también en breve será la cuarta arma del Ejército Mexicano, ¡habrá que estar atentos! Ninguna de las dos cosas fortalece el nuevo sistema de justicia penal adversarial.