“Gobierno está erosionando la equidad”: José Woldenberg

20 de Mayo de 2024

“Gobierno está erosionando la equidad”: José Woldenberg

Presentación libro Enrique Ibarra Pedroza-07

El escritor y académico José Woldenberg durante su participación en la presentación del libro de Enrique Ibarra Pedroza, secretario General del Gobierno de Jalisco, “El nacimiento de Jalisco 1808-1825. De la lucha por la Autonomía a los Debates Fundacionales”, en la Librería del Fondo de Cultura Económica Rosario Castellanos

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Graciela López Herrera

El escritor y académico José Woldenberg durante su participación en la presentación del libro de Enrique Ibarra Pedroza, secretario General del Gobierno de Jalisco, "El nacimiento de Jalisco 1808-1825. De la lucha por la Autonomía a los Debates Fundacionales", en la Librería del Fondo de Cultura Económica Rosario Castellanos
Foto: Cuartoscuro

El exconsejero presidente del IFE (1996-2003) estima que el proyecto de reforma del presidente López Obrador en materia electoral implica un retroceso de más de 50 años

—¿Hay condiciones para un proceso electoral equitativo?

—Si uno lee la Constitución y la ley, esas condiciones están dadas. Si uno ve el comportamiento del gobierno y de muchos de los candidatos, pues están precisamente erosionando las condiciones de equidad en la competencia.
“El hoy presidente durante muchos años trabajó, luchó, por construir condiciones equitativas de la competencia, y él mismo fue el que propuso que los funcionarios públicos deberían comportarse de manera imparcial durante los procesos electorales, y él es el primero en violar ese tipo de normas”.

—¿Es la primera vez que tenemos unos comicios con una abierta intromisión presidencial?

—A este nivel, con esta intensidad, yo diría incluso con este descaro, jamás habíamos vivido algo así.

—¿Qué opinión le merece el proyecto de reforma electoral, presentada por el presidente López Obrador el pasado 5 de febrero?

—En materia electoral, la iniciativa presidencial sería un retroceso quizá de 50 años. Imagínese que el día de mañana los consejeros y magistrados, unos de INE y otros del tribunal, son electos. Estas personas si quieren hacer una campaña efectiva, pues tienen que entrar en contacto con alguna de las fuerzas políticas que están implantadas en todo el país, porque, si no, simple y sencillamente no podrían ganar.

“Eso los va a hacer candidatos de partidos, pero además quienes los proponen son el Presidente, la Cámara de Diputados, la cámara de senadores y la Suprema Corte. Imagínese que el día de mañana son los candidatos propuestos por el presidente los que son consejeros electorales o magistrados del tribunal, qué confianza podrían irradiar hacia el resto de las fuerzas políticas y hacia los ciudadanos. Creo que es una propuesta que acabaría desnaturalizando la necesaria imparcialidad que deben tener el INE y el tribunal.

—También se propone desaparecer a lo legisladores plurinominales…

—Quitar a los plurinominales de las diputaciones y del Senado, y además en el Senado quitar a los representantes de la primera minoría nos llevaría a un México de antes de 1977, quizá a un México de antes de 1963, ¿Por qué de 1963? Porque en este año se introdujeron los diputados de partido, todo mundo ya se había dado cuenta en esa época que el sistema uninominal de elección de diputados y senadores a lo que llevaba era a la sobrerrepresentación de la mayoría y a la subrepresentación de las minorías.

“Qué quiere decir esto. En aquel entonces, el PRI obtenía alrededor del 70% de la votación, pero acababa con el 90% de los diputados, es decir, a eso se le llama sobrerrepresentación a que un partido tenga muchos más escaños que su porcentaje de votos y por supuesto esto lleva a la subrepresentación de las minorías.

“Bueno, a eso quiere llevar el Presidente de la República con su propuesta de 300 diputados uninominales y 64 senadores dos por cada estado. Acuérdese usted que todavía en 1988, aquellas elecciones que fueron supercontrovertidas, en términos oficiales, el PRI obtuvo el 50% de los votos, ¿cuántos senadores obtuvo? 60 de 64, es decir, el 94%. ¡Bueno! ¿A eso quiere volver el Presidente? Me parece increíble que muchos de sus seguidores que durante décadas, pelearon por una representación proporcional estricta —eso quiere decir que el porcentaje de votos se tradujera exactamente en un porcentaje de escaños— que esos ahora puedan aplaudir una iniciativa como esta, me parece incluso triste.

—¿Coincide con la desaparición de los oples y los tribunales locales?

—Nosotros somos una República federal y parece que a lo que se aspira es a una República centralista. Ahora resulta que los estados de la República no van a tener sus propios órganos, para precisamente organizar las elecciones, sino que será una organización nacional quien se encargará de los comicios locales y federales.

“Pero hay además un desconocimiento de la materia, porque casi se presume que el INE con su estructura actual puede hacer las elecciones locales, y ese es un error casi de primaria. ¿Por qué? Porque los institutos locales normalmente hacen elecciones en un número de distritos mayor al de los distritos federales. Con la estructura del INE no se puede abarcar de manera profesional el territorio que va a estar subdividido para las elecciones locales.

“En primer lugar, porque somos una república federal, me parece que abolir a los institutos y los tribunales locales es un craso error, porque no somos una república centralista. Pero ya en términos operativos el INE no tiene la capacidad organizativa para realmente organizar los comicios en cada uno de los estados”.

—¿Qué le parece la revocación de mandato?

—La propia idea de la revocación del mandato me parece que es inyectarle a nuestro cuerpo normativo un elemento de inestabilidad. ¿Por qué? Porque en muchos estados de la República quienes ganan, ganan en muchas ocasiones con menos del 50 por ciento. Así está nuestro marco normativo, pero eso quiere decir que desde el inicio estos gobernadores no cuentan con el aval de la mayoría de la población, entonces introducir la revocación del mandato lo que único que hace es activar un mecanismo para desestabilizar a los gobiernos electos.

—¿El crimen organizado será un acto en estas elecciones?

—Uno de los problemas fundamentales de México es precisamente el de las bandas delincuenciales, que hoy incluso controlan ciertas zonas del país. Yo diría que ese es el problema número uno de México, y eso hay que resolverlo, pero hay que resolverlo de manera integral, es decir, no es un problema electoral.

“Esas bandas delincuenciales matan, roban, secuestran, cobran derecho de piso, eso es lo que hay que atacar, porque el INE no es ni una policía ni un Ministerio Público, es un problema que afecta sin duda las elecciones pero que afecta la vida cotidiana de las personas, y ahí hay una omisión de este gobierno enorme, pero eso no se va a resolver modificando la ley electoral”.

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