A pesar de que la inflación en el país ha cedido más de lo esperado por los economistas, lo cierto es que el 7.12 % que se alcanzó en la primera quincena de marzo está 4.12 % por encima del objetivo del Banco de México.
Aunque se registra una holgura de +-1.0 % en el objetivo de 3.0 % que tiene la autoridad monetaria del país, aún así, la inflación se encuentra a un 3.12 % de ese nivel, lo que puede considerarse como un crecimiento en los precios, lo que a su vez daña el ingreso de los hogares.
“El Banco de México tiene el objetivo prioritario de preservar el valor de la moneda nacional a lo largo del tiempo y, de esta forma, contribuir a mejorar el bienestar económico de los mexicanos”, se puede leer como principal mandato de la entidad financiera del país, y de la cual se deriva la procuración de una inflación baja y estable en el territorio.
Por su parte, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer que los precios perdieron velocidad durante la primera mitad de marzo, y el dato estuvo por debajo de una tasa esperada de 7.2 %.
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La inflación subyacente —la que se considera como la guía medular en la formación de los precios en el mediano y largo plazo—, presentó una tasa de 8.15 puntos porcentuales, aunque descendió frente al precio, en este caso sí estuvo por encima de las previsiones de los analistas que esperaban una de 8.04 %.
Al considerarse que se trata de una inflación aún alta, el Banco de México podría incrementar nuevamente los réditos con la finalidad de inhibir el consumo, lo que a su vez aliviaría las presiones inflacionarias.
Pero lo anterior significa que los créditos —tales como los hipotecarios, automotrices, personales, etcétera —, serán todavía más costosos para los consumidores.
Una encuesta realizada por Citibanamex espera que el próximo jueves 30 de marzo, la decisión de la política monetaria incluya un aumento de 25 puntos base en la tasa de interés, por lo que se alcanzaría una de 11.25 %, un récord en los réditos desde que el Banco de México decide la magnitud del interés bancario para el sistema financiero del país.
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