Intimidan "Los Ardillos" a comunidades Indígenas que marchan por la resistencia

3 de Mayo de 2024

Intimidan “Los Ardillos” a comunidades Indígenas que marchan por la resistencia

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Fotos: Rosalba Ramírez Hernández

La Caravana por el agua y la vida que recorre el país llegó a la comunidad de Alcozacán, municipio de Chilapa, para proponer la unidad de los pueblos indígenas como una forma de resistencia contra el capitalismo

La Caravana por el Agua y la Vida que recorre el país para marchar contra el extractivismo, contaminación y el uso desmedido de los recursos naturales de empresas trasnacionales como Bonafont, Walmart, Audi y Grupo Carso llegó a la comunidad de Alcozacán, municipio de Chilapa, en la región de la Montaña Baja de Guerrero, para proponer la unidad de los pueblos indígenas a nivel nacional como una forma de resistencia contra el capitalismo.

El sábado llegó la caravana que trae consigo a activistas de Gran Bretaña, Francia, Italia y Estados Unidos, pero también del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca. A las 04:00 de la madrugada de este domingo programaron salir con dirección a la Ciudad de México pero a las 02:00, policías comunitarios del Consejo Indígena Popular Emiliano Zapata (CIPO-EZ), alertaron que 50 camionetas y 20 motocicletas habían sido desplegadas por el grupo criminal “Los Ardillos” en la comunidad de Colotepec, uno de los puntos por donde la caravana habría de transitar para continuar su recorrido.

Los integrantes de la caravana, colectivos y dos mujeres periodistas durmieron y otros sólo se resguardaron del frío en las instalaciones del Instituto Nacional de los Pueblos Indigenas (INPI); desde ahí, la caravana llamó, mediante un comunicado, a las organizaciones de Derechos Humanos a que estuvieran en alerta máxima para realizar acciones de incidencia con las autoridades y activar protocolos de monitoreo y seguridad.

La caravana repudió la guerra en contra de los pueblos e hicieron responsables a los tres niveles de gobierno de cualquier atentado en contra de ellos y del Consejo Indígena Popular Emiliano Zapata (CIPO-EZ).

Lanzaron también un llamado a la gobernadora, Evelyn Salgado Pineda para garantizar la seguridad de todos. A las 8:50 de la mañana la presencia de los hombres armados continuó en el lugar por lo que se decidió salir de la comunidad por otra vía que acortó el transitar resguardados hasta la Autopista del Sol por policías comunitarios, cuatro camionetas de la Policía del Estado y una de la Guardia Nacional.

La caravana había programado la marcha a las 11 de la mañana de ayer, sábado, pero se atrasó hasta las 4 de la tarde. Entre las comunidades indígenas acordaron paciencia para no retirarse a sus tierras porque era urgente visibilizar las condiciones en las que se encuentran. Mujeres, niños y hombres indígenas esperaron entre los campos; ellas tejían y ellos cargaban las armas.

A esa hora, un autobús amarillo se estacionó en el crucero de Acahuetlán y los integrantes de la caravana comenzaron a marchar junto a más de mil indígenas de comunidades como Tula, Acahuetlán, Alcozacán, Nuevo Amanecer, Xicotlán, Buenavista, Amatitlán, Xoloteplec, Xochitempa, Ahuixtla, Monte Emperador, Tepoxonalco, Papaxtla, Tecongo, Los Pinos, Terrero 1, Zapapexco y Apatitlán, con dirección a la cancha techada de la comunidad de Alcozacán.

Conforme avanzó el contingente las consignas fueron contra el gobierno federal, el presidente Andrés Manuel López Obrador y las empresas, además de exigir justicia por los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos el 26 de septiembre de 2014.

La marcha también fue integrada por miembros de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), que denunció que en el río de Aguas Blancas se descargan aguas residuales desde el huracán Ingrid y Manuel. Algo similar ocurre en el río de Coyuca de Benítez donde pese a la contaminación, habitantes toman agua en un depósito y la llevan a sus comunidades. La OCSS denunció que el Ayuntamiento asegura que son aguas tratadas y entubadas, pero colonias como Astudillo y Zumpango, entre otras, han registrado a habitantes con enfermedades en la piel y diarrea. En la marcha, pidieron que se haga una muestra del agua para saber que tanto está contaminada.

Miguel López Vega, Integrante del Consejo Nacional Indígena le dijo al pueblo en asamblea que la caravana debe ser un espacio para que los pueblos del país acuerden unirse en un solo movimiento y hacer más fuerte el grito de justicia.

Dijo que los pueblos indígenas han resistido por 529 años a una guerra cimentada sobre el despojo, pero que ante la injusticia responderán con la lucha y resistencia por la defensa del territorio y la vida, que también atenta contra los pueblos originarios, contra sus saberes ancestrales, su cultura, sus comunidades, así como contra los y las defensoras del territorio. En una guerra que llamaron racista, clasista, colonialista y patriarcal, a la que se han enfrentado en lo local y en lo global, que se realiza a través de la militarización de sus territorios por el ejército o el narco.

Durante la asamblea con las comunidades indígenas se abordó la tala desbordada y la sequía en los ojos de agua en las comunidades de Chilapa. Benjamín Sánchez, coordinador de comunidades, reconoció que este es un problema que ha propiciado los mismos habitantes por el uso desmedido de los recursos naturales. La población corta árboles de encino blanco y negro para la venta de leña sin la restitución de alguno, por lo que dijo que era urgente la concientización para ellos.

En tres años -estimó-, la presencia de árboles ha disminuido en un 40 por ciento. A esto, se suma la sequía de ríos que ha provocado que en este mismo periodo el clima sea más caliente y que ya no granice.
Cada comunidad cuenta con un pozo de agua, sin embargo, con la tala excesiva de árboles algunos se han secado, por lo que entre comunidad se regalan agua para su siembra y consumo.

En la asamblea, Jesús Plácido, dirigente de la CIPOG-EZ dijo a la caravana que esa zona es de difícil acceso porque diariamente hay ataques armados del grupo criminal “Los Ardillos’” y que, por ello, el sistema comunitario decidió armarse como una forma de resistencia a la violencia. Unas horas más tarde, el grupo criminal hizo presencia con el despliegue de 50 camionetas y 20 motocicletas, algo que Plácido calificó como un acto de intimidación.

“La comunidad de Tula lleva 15 ataques en menos de tres años. Las comunidades han resistido pero hay policías comunitarios desaparecidos. El coraje de ellos (Los Ardillos), es que no nos han podido dominar a su antojo y por eso nos han desaparecido o secuestrado”.

La caravana se pronuncia en al menos nueves países que recorren contra los gasoductos impuestos con excesivo uso de la fuerza pública, la criminalización, el despojo e incluso el asesinato de defensores como Samir Flores Soberanes, desde el territorio Yaqui hasta Juanacatlán y Lagos de Moreno, Jalisco; Hidalgo, la Sierra Norte, centro de Puebla, Morelos, Tlaxcala y en el Istmo de Tehuantepec.

La Caravana cerrará el 22 de abril, día de la Jornada Global protestando contra el Corredor Interoceánico y los “Megaproyectos de Muerte” en el Istmo de Tehuantepec.

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