La legisladora Jesusa Rodríguez señaló que es falso que con la aprobación de la Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo el kilo de tortilla llegue a costar hasta 60 pesos como productores advirtieron.
A través de un video en su cuenta de Twitter, la morenista, declaró: “No les crean nada, lo que pasa es que están desesperadas las transnacionales porque no quieren que se protejan nuestras semillas mexicanas“.
Fue en septiembre pasado cuando el Senado aprobó la Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo.
Así “se evitan las mutagenesis o cualquier otra modificación desarrollada por la ciencia, sobre la cual no exista un absoluto grado de certeza científica, respecto a los riesgos para la salud humana y para que no contaminen las semillas nativas”, indica el comunicado emitido por el legislativo.
José Narro Céspedes, presidente de la Comisión de Agricultura Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural, defendió la Ley al señalar que así se da protección al maíz nativo y se impulsa “su producción para que la pequeña agricultura mexicana vuelva a resurgir, y así fortalecer sus ventajas económicas”.
Sin embargo, dicha ley ordena la producción única de maíces criollos, lo que limitaría la producción de maíz a cuatro toneladas por hectárea, ante una demanda de 18 millones de toneladas que se producen actualmente con maíz híbrido.
De acuerdo con Salvador Fernández, el coordinador general de Desarrollo Rural en la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), la propuesta es buena, pero habría que ajustarla a la demanda del mercado.
“El mandato principal que tenemos es asegurar la alimentación de todos los mexicanos. Es imposible decir que podemos producir 44 millones de toneladas con maíces nativos”, concluyó.
El colectivo “Sin maíz no hay país” lanzó una campaña en Change.org para exhortar a los diputados a aprobar la ley, uno de los puntos de la petición indica que “la iniciativa fomenta la protección de los maíces nativos en lo relativo a su producción, comercialización y consumo (Art. 1ro.); no implica que quieran quitarse o retirarse del mercado los maíces híbridos, ni es un retroceso para el país”.
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