La batalla que el presidente Andrés Manuel López Obrador inició contra el Poder Judicial tras su llegada al poder, y que se intensificó este año cuando la ministra Norma Lucía Piña fue nombrada presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sigue escalando.
La decisión de la Corte de anular por “violaciones graves” al procedimiento legislativo su “Plan B” en materia electoral, propuesto por el mandatario, lo llevó a lanzar una advertencia al Poder Judicial.
Como cada martes, en su mañanera dio una corta introducción a los temas que se tratarían, pero esta vez se fue de largo. Hablar de la resolución de la SCJN lo valía. Habló de salud, de la pandemia, de economía y hasta de la inflación. Pero cuando le preguntaron por el “Plan B” su rostro cambió y una sonrisa se dibujó. “Ah, y también eso, por eso, lo del… ¿Cómo se llama? Plan B, sí. Ahí viene el C”, advirtió. “No tiene remedio el Poder Judicial, está podrido, están actuando de manera facciosa”, alertó.
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La decisión de la Corte, dijo el mandatario, es parte de las acciones de “esos señores, que ahora forman parte del supremo poder conservador” para frenar la transformación del país y de las obras de lo que llaman la Cuarta Transformación, al otorgar amparos y ahora declarar inválida la primera parte de la reforma electoral por presuntas violaciones de los legisladores.
“No violaron absolutamente nada, pero en un acto de prepotencia y de autoritarismo, se atreven a cancelar la ley los ministros de la Corte, que están al servicio de una minoría rapaz que se dedicó a saquear al país y que quieren regresar por sus fueros, ahora con el apoyo del Poder Judicial”, acusó.
Pero el mandatario ya tiene un “Plan C” que consiste en llamar a los ciudadanos a otorgarle el voto a su movimiento, no sólo al candidato o la candidata presidencial, sino a los legisladores para poder obtener la mayoría calificada y en 2024 impulsar nuevamente la reforma constitucional en materia electoral y la reforma al Poder Judicial, para que sean aprobadas sin que la oposición le cause conflicto.
López Obrador aprovechó y también expuso a los ministros que votaron en favor de invalidar su propuesta, como Alberto Pérez Dayán o Javier Laynez Potisek, a quienes llamó “sus altezas serenísimas”. Sin embargo, el voto del expresidente Arturo Zaldívar, que también abonó al freno al Plan B, consideró que se debió a las presiones del bloque conservador.
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