La Portada | Dos Bocas, un año sin ganancias

3 de Mayo de 2024

La Portada | Dos Bocas, un año sin ganancias

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La falta de producción en un año de esta obra insignia del gobierno ha generado una pérdida por alrededor de 324 mil millones de pesos

El primero de julio de 2022 el presidente Andrés Manuel López Obrador cortó el listón inaugural de una de sus obras más emblemáticas, la refinería Olmeca, en Dos Bocas, Tabasco, y entonces aseguró que al país había llegado la autosuficiencia energética, que el consumo de los mexicanos sería cubierto en su totalidad por producción de Petróleos Mexicanos (Pemex) y no se necesitará más importación de combustibles, ni dependeríamos de los precios internacionales.

Pero antes de acercarse el día “D”, el presidente Andrés Manuel López Obrador y las autoridades que dejó a cargo de la megaobra matizaron y advirtieron que habría un periodo de pruebas de seis meses, pero ni con ese plazo se ha refinado hasta el momento ni un solo barril.

“Lo adelanto, va a iniciar un proceso de prueba en la refinería de Dos Bocas, como inició un periodo de pruebas cuando hicieron la última refinería que fue en Salina Cruz, hace poco más de 40 años, la iniciaron y llevó como seis meses, ocho meses que empezara a producir de manera óptima”, explicó el mandatario ante el retraso que ya se avecinaba.

Hasta ahora no hay una cifra que revele el costo de Dos Bocas, ya que la información está incompleta y fragmentada, además de que las fuentes de consulta que el gobierno federal otorga están obsoletas por su rezago, así que la única manera de ver los avances y el gasto sólo es de manera física y con los dictámenes de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), aunque al momento sólo están disponibles a 2021.

Sale carísimo

Aunque se ha mostrado que la gestión de la Cuarta Transformación no cumplió en tiempo y forma con lo establecido y ha gastado más de lo calculado del presupuesto inicial de ocho mil millones de dólares que el Estado presupuestó para la construcción de dicha obra, lo que no se ha señalado de manera puntual es cuánto está costando cada día de no tener en funcionamiento la refinería Olmeca.

ejecentral, basándose en los números que ha prometido el presidente López Obrador que refinará Dos Bocas, así como de los precios de los combustibles en el país, costos e impuestos que no se captan por no producir en esta planta, así como las ganancias de las cadenas de distribución al consumidor final nos da una idea de que al menos, por no estar en marcha refinería Olmeca, hizo un cálculo del daño que representa cada día sin producción y es de 1.2 mil millones de pesos.

Esa cifra es muy superior a lo que se pierde, por ejemplo, con el huachicol, que en los últimos reportes de las Fuerzas Armadas indican una fuga de 17.9 millones de pesos cada día. Entonces la falta de operación de la refinería es mucho más costosa que lo que el crimen puede extraerle a Pemex y al país por hurto de combustible.

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O si lo comparamos con el gasto de las dependencias, el costo de la falta de operación de Dos Bocas es equivalente al 74 % del presupuesto de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), o al 48 % de lo que se le asignó a Pemex, que son las dependencias que tienen el recurso más grande en esta administración para 2023. Pero se puede dimensionar contra el total de lo que se ha presupuestado para los ramos autónomos y es 2.35 veces mayor, o frente al gasto en la Secretaría de la Defensa (Sedena), que es de casi tres veces.

Así, de esa magnitud, es el daño a la cuenta pública, pero no sólo a las finanzas del gobierno federal, sino a las cadenas de valor y a los potenciales 23 mil empleos directos y más de 100 mil indirectos que ha calculado la autoridad y que aún no están.

De acuerdo con cifras reveladas en las conferencias desde Palacio Nacional por la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Icela Rodríguez, a Pemex le han sustraído un promedio de cinco mil 140 barriles por día, alrededor de 123 millones 358 mil 249 litros en lo que va de este 2023.

Una cifra que puede equivaler a dos mil 700 millones de pesos, lo que revela que tener sin producir a Dos Bocas es 66 veces más costoso cada día en este año que lo que se pierde por el huachicol.

Los barriles que faltan

Las autoridades han dicho que este próximo 1 de julio será cuando salga el primer barril de la refinería, pero al no tener produciendo ningún barril de combustible hasta ahora en Dos Bocas, si consideramos que el primer día de julio de 2022 tenía que haber refinado su primer barril y gradualmente ir aumentando esa producción, tenemos hoy en día pérdidas multimillonarias que no alimentaron a la economía del país, sino que fueron ganancias a las cadenas productivas del exterior por tener que importar esos productos necesarios en el consumo nacional desde otras partes del mundo como Estados Unidos o Medio Oriente.

En enero de este año, el presidente Andrés Manuel López Obrador puso una nueva fecha, prometió que la refinería arrancaría con un procesamiento con 170 mil barriles y para diciembre los otros 170 mil, para que en 2024 comenzará Dos Bocas produciendo a su máxima capacidad, estaría refinando los 340 mil barriles para lo que fue concebida, una producción igual a la de Deer Park, en Houston, Texas.

›“Este año vamos a estar produciendo o se van a estar procesando como 160 mil barriles diarios a partir de julio y… No, porque son 340 mil, se van a estar procesando la mitad, que son ¿qué?, 170 mil, y los otros 170 mil entran en diciembre, y ya el 24 ya va a estar procesando a toda su capacidad”, mencionó el presidente López Obrador el pasado 25 de enero desde Palacio Nacional.

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De acuerdo con el presidente, en julio de 2022 debió comenzar la refinación con un procesamiento del 50 %, lo que significan 170 mil barriles diarios, para que a los seis meses posteriores se

integraran los otros 170 mil, con lo que se alcanzaría el máximo de 340 mil barriles por día; sin embargo esto no sucedió y esto equivale a pérdidas de 324 mil 658.4 millones de pesos.

Comparado con lo que se ha ahorrado en el combate al huachicol en casi cinco años, la refinería representa una pérdida de 20 % más, o de 53 mil 356.7 millones de pesos, pero fue en un año, lo que significa que para las finanzas Dos Bocas es más dañino que el propio robo de hidrocarburos.

Para la gran mayoría de los mexicanos este déficit monetario de la planta pasa inadvertido, ya que al no haber una producción no se calculan las pérdidas o ganancias. Rocío Nahle, secretaria de Energía, prometía que ya comenzarían las pruebas o al menos es lo que declaró el presidente López Obrador el día de la inauguración: “ya se inician los trabajos de prueba, yo creo que eso es lo más correcto, para que empiece a funcionar todo el conjunto. Nos decía Rocío que, como lo concebimos, vamos a poder procesar 340 mil barriles de petróleo. Ya Rocío les va a explicar cuánta gasolina y cuánto diésel de ese petróleo crudo, de esa materia prima que se va a obtener con esta refinería”, señalaba el mandatario a casi un año de distancia.

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Pero la secretaria precisó que habría un periodo de “prueba-error”, como se hace en cualquier parte del mundo, y que el primer barril que saldrá de la refinería sería hasta diciembre de ese mismo 2022. Pero no ocurrió. Ahora, no es claro si el próximo primero de julio será el verdadero arranque de la refinería.

›“Sí, el compromiso con el Presidente es tratar de que en diciembre podamos meter el primer barril, que la integración pueda quedar, tenemos mucha confianza de que todos los equipos son nuevos, son de seguridad, se hicieron con base en la ingería, con cálculos exactos, pues no tengamos los problemas”, dijo la titular de Energía en julio del año pasado.

A casi 12 meses de cortar el listón de un estreno más político y mediático que enfocado a la producción, las autoridades federales ya reconocían que la obra estaba inconclusa, y que debían hacer ajustes y pruebas a más de 90 mil válvulas para asegurar que la obra no tuviera desperfectos hasta ese momento.

Sin embargo, salieron a la luz todavía más “detalles”, se reveló que olvidaron planear el sistema de suministro de agua, así como de los ductos de salida de los productos que serían refinados, lo que atrasó aún más la puesta en marcha de una de las mayores obras hechas por cualquier gobierno de la república en los últimos 40 años.

Prometieron un SNR autosuficiente

El 18 de marzo, el Día de la Expropiación petrolera, que también fue el pretexto para llamar a sus seguidores a una marcha, el Presidente repitió el discurso sobre la soberanía energética, gracias a la reconfiguración del Sistema Nacional de Refinación (SNR) y a la compra de Deer Park.

Aunque estos proyectos podrían ser con la mejor de las intenciones, los números no les salen a los encargados de la energía en el país. Octavio Romero Oropeza prometió en 2019, que el SNR tendría una capacidad para producir 880 mil barriles diarios de refinados ese mismo año; no obstante, sólo se refinaron 726 mil barriles, un 17.5 % menos de lo que se previó, y un 2.0 % menos que lo que se produjo en 2018, el último año del expresidente Enrique Peña Nieto.

Para 2020, la promesa en el Plan de Negocios de Pemex era alcanzar los 940 mil barriles, nada más lejos de la realidad, el SNR únicamente pudo refinar un promedio de 691.4 mil barriles cada día, por lo que se obtuvo un déficit de 26.4 % frente a lo que se planeó.

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El siguiente año, la pandemia se apoderó del país y del mundo, pero Pemex pudo hacer un punto de inflexión en sus plantas refinadoras, ya que ese año logró incrementar a 806.2 mil barriles diarios la destilación de hidrocarburos, un 16.6 % frente al año previo, pero a pesar de este crecimiento significativo, contra las previsiones de su Plan de Negocios 2019-2023, el déficit fue de 22.1 %, debido a que estimó que en 2021 se estarían refinando un millón 35 mil barriles por día.

En la actualidad ha mejorado la producción en el SNR, y las últimas cifras revelan que se alcanzó 970 mil barriles diarios en los primeros cuatro meses de este año, pero está algo lejos de la meta que se autoimpuso de un millón 263 mil barriles cada día, una diferencia de 23.2 %.

Pese a que los números globales en la refinación mejoraron en el transcurso de los últimos años, frente a lo que las autoridades proyectaron que existe una gran brecha que no pueden subsanar.

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A su interior, la refinación no ha sido lo óptimo, ya que lo que más sale del SNR es combustóleo, un hidrocarburo considerado de bajo valor y es catalogado como una energía sucia, lo que se traduce en menores precios en el mercado y por consecuencia bajos ingresos para Pemex. Cabe recordar que la refinería Olmeca tendrá una planta coquizadora, y que su principal función es reducir al mínimo los combustibles de bajo valor y de alta contaminación como el combustóleo, y que al no funcionar tenemos pérdidas en la refinación del SNR, ya que en la infraestructura existente no se cuenta aún con esa tecnología.

El Presidente ha prometido otra planta coquizadora que se está construyendo en la refinería de Salina Cruz, Oaxaca, y que se tenía planeado terminarla en 2024, antes de concluir el sexenio, pero se ha recorrido hasta el 2025 ante la falta de recursos y su poco avance.

El subdirector de Evaluación y Cumplimiento Regulatorio de Pemex Transformación, Reinaldo Wences, reveló hace apenas poco más de un mes que la obra sólo llevaba un 10 % de avance, y que será a finales de la primera mitad de 2025 cuando sea puesta en marcha, aunque lo que se ha observado en los números y estadísticas de la paraestatal a cargo de la gestión morenista, es una diferencia entre sus proyecciones y la realidad, por lo que tomando de ejemplo a Dos Bocas podría ser más tiempo de lo que prevén.

Salvavidas

Los bajos números de la refinación y las potenciales pérdidas monetarias para Pemex fueron compensadas por un inesperado repunte de los precios del petróleo a escala internacional catalizados por la guerra entre Ucrania y Rusia, lo que puso en riesgo los suministros energéticos y disparó las cotizaciones en los mercados globales, beneficiando a los productos mexicanos, ganancias que fueron directamente a subsidios para mantener los precios bajos de las gasolinas, pero también en inyecciones a las megaobras de Pemex que se salieron del presupuesto autorizado.

Hasta el momento, hay estimaciones sobre de que el costo de Dos Bocas fue de 75 % más caro de lo que se previó y autorizó por el gobierno federal como gasto para construir la refinería.

Para 2021, la ASF detectó en un escrutinio a Pemex que los costos se habían elevado en 120 mil 25 millones de pesos, alrededor de unos seis mil millones de dólares más aproximadamente, es decir, 14 mil millones de dólares, más de lo que el propio presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció en una de sus conferencias matutinas y que aseguró que el costo se había rebasado entre dos a cuatro mil millones de dólares, cifra que quedó por debajo de lo que descubrió la ASF, y sólo fue la revisión de una parte del universo de 2021, y aún falta por auditar 2022.

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