El alcalde tequilero
Desde el gobierno federal tuvieron que llamarle la atención al alcalde de Tequila por las ocurrencias que tuvo
Especial
Se llama Diego Rivera Navarro, es el alcalde de Tequila, en Jalisco, y ya consiguió poner al minicipio en el primer plano informativo del país. Lo hizo con dos acciones estelares aunque dicen que tiene más. Primero cerró un museo para apropiárselo y mudarse a él (no es broma, así ocurrió) y ahora, para elevar la recaudación y los ingresos municipales decidió, por sus pistolas, elevar el impuesto predial a la empresa José Cuervo para cobrarle, no el millón de pesos anual que pagaba, sino 20 millones. Por supuesto, su travesura no duró mucho porque desde el gobierno federal le ordenaron que levantara su ridícula clausura y dejara de hacerse el gracioso porque ahuyentar al dinero nunca es una buena idea.